Audiocuentos: Akbar esperando ser elogiado

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A veces, ayudar a gobernar un imperio significa manejar un ego del tamaño de un imperio…

Todos saben que el emperador Akbar tenía nueve ministros consejeros, llamados “navaratna” o las nueve joyas; eran soldados y estadistas escogidos por su excepcional habilidad y sabiduría. Sus destrezas le ayudaron a Akbar a dirigir su imperio y, a veces, le ayudaron a salir de dificultades consigo mismo. 

Birbal Raja era uno de aquellos ministros y una vez sucedió que Akbar, buscando elogios, le preguntó: “Birbal, ¿quién es más grandioso? ¿Dios o yo?”.  

¡Imagine que alguien le pregunte a usted semejante cuestión! Pero Birbal, como el guerrero que era, sin dudarlo respondió firmemente: “es usted, su majestad”. 

Naturalmente, Akbar se sintió halagado, pero le preguntó “¿cómo puede ser así?”. 

“De la siguiente manera, majestad: si a usted alguien le molesta, tiene el poder de exiliar aquella persona fuera de su reino”. 

Akbar asintió con la cabeza, “sí, yo tengo ese poder”. 

“Pero”, continuó Birbal, “esto es algo que nunca podrá hacer Dios. Su reino carece de límites, así que nadie puede ser expulsado de él. Y de este modo”, concluyó, “usted es más grandioso”. 

Traducido por Vadan Juan Camilo Betancur Gómez