Glimpses: Musharaff’s musical education (Spanish version)

Vislumbres: La educación musical de Musharaff

En la publicación que inicia la serie sobre discipulado, Hazrat Inayat Khan se refiere brevemente al carácter mundano que ha adquirido la educación en Occidente. Para tener una idea de la experiencia del Maestro en educación, he aquí un pasaje de Las Páginas en la Vida de un Sufi, los recuerdos de Pir-o-Murshid Musharaff Khan, el hermano menor de Hazrat Inayat, en el que cuenta algo sobre su educación musical.

El estudio de la música es un asunto muy diferente en Oriente en donde la conexión entre profesor y alumno es mucho más íntima que en Occidente, en gran medida debido al hecho de que la música antigua de la India nunca se ha escrito. El alumno, quien primero debe ser aceptado, trae a su maestro una ofrenda de frutas y flores. El maestro a su vez ofrece al alumno algo de comer dulce. El alumno también trae una cuerda, flojamente atada a su muñeca, y su profesor la ajusta. Se enciende incienso y su fragancia, que significa oración, da un tono místico a la pequeña ceremonia. La ofrenda de frutas y flores y la de algo dulce y atar la hebra en la muñeca son las señales exteriores de la gratitud del alumno, y del vínculo de lealtad que se hace desde el principio entre el alumno y el profesor. 

Dado que la música no está escrita, se aprende de nota en nota en presencia del profesor. De manera que el alumno permanece con el mismo profesor hasta que ha aprendido todo lo que puede de él. También, el profesor enseña sus propias composiciones; es decir, sus propias concepciones e interpretaciones individuales de los antiguos ragas y temas. Por eso, todo el estudio se convierte en íntimo, un asunto de amistad y comprensión empática y conexión. Por tanto, se puede ver que el profesor de música puede fácilmente convertirse en un gurú; es decir, el maestro y guía en la vida.  

Mi primer profesor de música, mi primer gurú, fue mi tío mayor, el hijo mayor de Moula Bakhsh, Murtaza Khan. Él, a su vez, había sido alumno de mi padre cuando niño, y todavía recuerdo el día que mi padre me presentó para ser su alumno. Tenía once años y recuerdo que era jueves. Mi padre esperó, escuchando, hasta que escuchó a mi tío practicando, entonces fuimos juntos a su cuarto. Mi padre había traído flores y dulces e incienso, e inclinándose ante mi tío se los ofreció, poniéndolos junto a sus pies mientras me presentaba. 

“Maestro, he aquí un alumno si quisieras aceptarlo,” dijo mientras se inclinaba. Esta fue mi iniciación en el reino sagrado de la música. Mi tío no respondió, y mi padre se retiró. Mi tío, tomado por sorpresa, había sido conmovido hasta el corazón con la acción y las palabras y la actitud respetuosa de su antiguo maestro. Somos, deben recordar, una raza sensible. Deben recordar que vivimos tan cerca de la naturaleza, y deben recordar nuestro clima intenso pero feliz. 

Permanecí de pie lleno de asombro y expectativa. Sorprendido, observé como la mano de mi tío temblaba cuando tomó un dulce entre sus dedos y la ofreció a mis labios. Observé las lágrimas en sus ojos, y sentí su emoción y afecto.

Primero cantó una escala, y yo canté cada nota después de él. Puedo ver ahora su imagen cuando pienso en él, hombros anchos y poderosos, con una voz resonante, una especie de rey para mí, el hijo de Maula Bakhsh y el hermano de mi madre.

Después de que terminó la escala, cantó una canción invocando a Sharda, la Diosa de la música. Luego cantó un himno al profeta Mahoma. El lugar se convirtió en sagrado para mí. Con otros profesores que había tenido hasta entonces, me sentía tímido e inseguro. Cantar incluso frente a mi propio padre era usualmente un suplicio. Pero estas lecciones con mi tío siempre serán los momentos más felices y hermosos de mi vida. Con él no sentía miedo de ningún tipo, solo interés y placer y la calidez del bienestar. Me enseñó las canciones tradicionales de nuestra familia. “Te las confío. Debes estar atento de en qué ocasiones está permitido cantarlas,” me dijo. “Estas canciones solo pueden cantarse frente a otros cantantes y a músicos en sus reuniones. Son canciones para ser cantadas a artistas.” 

            Traducido por Darafshan Daniela Anda

3 Replies to “Glimpses: Musharaff’s musical education (Spanish version)”

  1. Walia

    Murshid Nawab, gracias siempre por compartir estos ‘Vislumbres’, tan hermosos y llenos de ternura. El amor y la inocencia de alumno y el maestro.

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