Hazrat Inayat : Aspects of Sufism pt II (Spanish version)

Hazrat Inayat : Aspectos del Sufismo pt II

En esta serie de enseñanzas, Hazrat Inayat Khan da una indicación muy concisa de la aplicación del Sufismo a todas las partes de la vida. El primer post de la serie está aquí.

La vida en este mundo

Uno puede tratar de ver desde el punto de vista de otro, así como desde el propio, y así, dar libertad de pensamiento a todo el mundo, porque todos lo requieren para sí mismos; uno puede tratar de apreciar lo que es bueno en otro, y pasar por alto lo que considera malo; si alguien se comporta egoístamente con uno, puede tomarlo con naturalidad, porque es de la naturaleza humana ser egoísta, y así uno no se decepciona; pero si uno mismo se muestra egoísta, debe trabajar en sí mismo y tratar de mejorar”…. No hay nada que uno no deba estar dispuesto a tolerar, y no hay nadie a quien uno no deba perdonar. Nunca dudes de aquellos en quienes confías; nunca odies a aquellos a quienes amas; nunca desprecies a aquellos a quienes alguna vez elevaste en tu estima. Aspira hacerte amigo de todos los que conozcas; esfuérzate por ganarte la amistad de aquellos que te resulten difíciles; vuélvete indiferente hacia ellos sólo si no puedes tener éxito en tu esfuerzo. Nunca desees romper la amistad una vez hecha.

Si alguien causa daño, hay que tratar de pensar que es porque lo hemos merecido de alguna manera, o bien el que hace daño no sabe hacer nada mejor. Recuerda que toda alma que levanta la cabeza en la vida recibe mucha oposición del mundo. Así ha sido con todos los profetas, santos y sabios, por lo que uno no puede esperar estar exento. En esto está la ley de la naturaleza, y también el plan de Dios obrando y preparando algo deseable. Nadie es superior ni inferior a uno. En todas las fuentes que satisfacen nuestras necesidades, podemos ver una fuente, Dios, la única fuente; y al admirar y al inclinarnos ante cualquiera y al amarlo, podemos considerar que lo estamos haciendo a Dios. En la tristeza se puede mirar a Dios, y en la alegría se le puede dar gracias. No nos lamentemos por el pasado, ni nos preocupemos por el futuro; sólo tratemos de hacer lo mejor hoy. Uno no debe conocer el fracaso, porque incluso en una caída hay un peldaño para levantarse; pero para el sufí el levantarse y el caer importan poco. No se arrepiente de lo que ha hecho, ya que piensa, dice y hace lo que quiere decir. No teme las consecuencias de realizar su deseo en la vida, porque lo que será, será.

Vocación

Todo ser tiene una vocación definida, y su vocación es la luz que ilumina su vida. El hombre que ignora su vocación es una lámpara apagada. El que busca sinceramente su verdadero propósito en la vida es él mismo buscado por ese propósito. A medida que se concentra en esa búsqueda una luz comienza a aclarar su confusión, llámalo revelación, llámalo inspiración, llámalo como quieras. Es la desconfianza la que engaña. La sinceridad conduce directamente a la meta.

Cada uno tiene su círculo de influencia, grande o pequeño; dentro de su esfera están involucradas muchas almas y mentes; con su ascenso, ellas suben; con su caída, ellos caen. La esfera de influencia de un hombre es concordante con el alcance de su simpatía, o podríamos decir, con el tamaño de su corazón. Su simpatía mantiene unida su esfera. A medida que su corazón crece, su esfera crece; a medida que su simpatía se retira o disminuye, su esfera se rompe y se dispersa. Si perjudica a los que viven y se mueven en su esfera, a los que dependen de él o de su afecto, necesariamente se perjudica a sí mismo. Su casa o su palacio o su cabaña, su satisfacción o su disgusto en su entorno es la creación de su propio pensamiento. Actuando sobre sus pensamientos, y también parte de sus propios pensamientos, están los pensamientos de los que están cerca de él; otros le deprimen y le destruyen, o le animan y le apoyan, en la proporción en que él repele a los que le rodean por su frialdad, o los atrae por su simpatía.

Cada individuo compone la música de su propia vida. Si hiere a otro, provoca desarmonía. Cuando su esfera es perturbada, él mismo es perturbado, y hay una discordia en la melodía de su vida. Si puede avivar el sentimiento de alegría o gratitud de otro, con ello añade algo a su propia vida; con ello se vuelve él mismo mucho más vivo. Sea consciente de ello o no, su pensamiento se ve afectado para mejor por la alegría o la gratitud de otro, y su poder y vitalidad aumentan con ello, y la música de su vida crece más en armonía.

Continuará…

Traducido por Yaqin Anda

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