Hazrat Inayat: Class for Mureeds (Spanish version)

Hazrat Inayat: Clase para murids

En la noche del Año Nuevo de 1926, un grupo de murids (discípulos) se reunió en un Centro en Manhattan; fue una reunión especial, porque su Pir-o-Murshid Inayat Khan acababa de llegar a Estados Unidos unas semanas antes. Como el Maestro lo hace notar en su charla, el grupo era una combinación de murids nuevos y de murids con más experiencia, y quizás por esa razón decidió ofrecer esta aclaración sobre algunas cosas fundamentales.

Bendecidos murids,

Esta noche tengo una gran felicidad de reunirme con mis murids en el Centro Sufi y en este primer día de Año Nuevo desearles lo mejor en todas las direcciones de la vida, además de la iluminación que persiguen; el objeto que los ha traído al Movimiento Sufí. Algunos de ustedes son discípulos de larga permanencia y otros son nuevos. Y, sin embargo, no siento que ninguno de ustedes sea nuevo. Siento que a todos los conozco, que siempre nos conocimos. Así como ustedes se sienten en casa en el Centro Sufi, así yo me siento con ustedes como en mi casa.

Y enseguida quiero explicar algunas cosas que quizás les pregunten amigos con los que se encuentren, ahora que son miembros de este Movimiento. En primer lugar preguntarán: “¿Qué es sufismo?” Y ustedes dirán que sufismo, que esta palabra proviene de sophia, sophos en griego, que significa sabiduría, sabiduría pura. No en el sentido intelectual, sino en el espiritual. La sabiduría que es la esencia de toda religión. Y si algunos de ellos dicen: “¿Es Oriental, del Este, sabiduría musulmana, qué es? ¿Sabiduría cristiana?”, Digan: “¿Puede la sabiduría ser Oriental u Occidental? La sabiduría es sabiduría. Siempre ha sido la misma, sea cristiana, sea judía, sea musulmana. Ninguna secta puede reclamar que la sabiduría le pertenece, que la posee”. No, el sufismo no es una especie de secta o sabiduría musulmana o algo más. Aquellos que visten la sabiduría divina con palabras solo llegan tan lejos como el diccionario, como una clasificación, y no llegan más allá. Deben esperar hasta que se den cuenta de lo que significa la sabiduría. No debes molestarte en recibir una explicación de otros pues la has escuchado de mis labios.

Y ahora, llegando a la idea del Movimiento Sufí. ¿Qué es? ¿Cuál es su objeto? ¿De qué está compuesto? Son personas que pertenecen a diferentes religiones, de diferentes naciones y que reunidas en distintos países del mundo, han construido un lugar para estudiar y practicar, y también para meditar y recibir bendición. Y también, cuanto más sean conscientes de tales grupos en otros lugares, en Inglaterra, en Bélgica, en Italia, en Escandinavia, en Alemania, más sabrán que ustedes son uno con ellos. Todos estudian las palabras que vienen directamente del Murshid, todos estudian lo mismo; e interiormente, en concentración, en meditación, en silencio, unirán fuerzas con todos ellos; en silencio ustedes también se unirán en espíritu con todos ellos. Ese es el secreto de la unidad detrás de esto.

Y entonces conocerán a personas que se burlan de las cosas llamadas místicas, ocultas o filosóficas, y que ven su inutilidad. No se sorprendan, porque es natural. Ellas no pueden pensar de manera diferente. Pero pueden aprender de lo que ven. Se ha abusado tanto de los nombres oculto, místico y de nombres tales como cultos o culturas que cualquiera con pensamiento serio comienza a mirar con sospecha su veracidad. Y a veces esta sospecha es tan poderosa que puede arrebatar la fe de los nuevos fieles. Por lo tanto, es mejor no exponer nuestra creencia, – que es sagrada para nosotros-, ante aquellos que aún no están listos para comprender. No sirve de nada exponerla ante los demás. La iniciación que han recibido en la Orden Sufí* es su sagrada y secreta responsabilidad. No necesitan exponerla ante otros. Dejen que los demás se interesen primero en su filosofía. Y aquellos que estén listos para entenderla, tráiganlos a algunas conferencias aquí, permitan que se familiaricen con esto. Y luego ayúdenlos gradualmente. Cuando imponen su creencia a los demás, con frecuencia hacen que antagonicen con ella, – sea su hermano o primo o amigo o compañero, si aún no está listo-. Sería en desventaja de la causa tratar de presionarlos a seguir una creencia sagrada para ustedes, si la otra persona no está abierta a su verdad.

La Orden sufí no da esos secretos que no deben decirse a los demás. Sin embargo, aparte de secretos, cada palabra que dicen puede ser malinterpretada por aquellos que no pueden entender. Por lo tanto, aparte de las cosas del misticismo y de la filosofía, incluso los asuntos cotidianos, si ustedes fueran sabios, no los hablarían con los demás.

Y ese punto de vista ligero** con el que se ve semejante bendición dada en la Orden Sufi, como si fuera acto de magia, o clarividencia o clariaudiencia o comunicación espiritual, la defenderán [de él]; porque ustedes dirán que estas cosas ligeras no tienen conexión con la Orden Sufi. La Orden sufí es un movimiento mundial, una causa mundial, una causa divina; no es un entretenimiento, no es un pasatiempo, no es una tontería. No es algo que presenta los fenómenos del mundo. Si es algo, es la revelación de Dios, el mensaje de Dios. Y me siento seguro y fuerte aunque somos tan pocos aquí en Nueva York, en una ciudad donde hay miles y miles de personas. No me siento desanimado, pues el éxito le pertenece a la verdad y la verdad en sí misma es éxito. Si no es hoy, vendrá después. Además, ¿qué éxito es el que llega como una burbuja y desaparece como una burbuja al momento siguiente? El éxito que le pertenece al mundo no podemos tenerlo en cuenta desde un punto de vista espiritual. El éxito del Movimiento Sufi es un éxito seguro, es una certeza; no es una expectativa, es seguro.

Cuando miramos al pasado, ¿cuántos eran los discípulos de Jesucristo? ¿Quince, veinticinco, treinta? Pudo alguien haber pensado en ese momento: “¿Habrá cientos y miles de iglesias en todo el mundo?”; y todos esos cristianos, como creyentes, serán también influenciados por las enseñanzas del maestro. Y los quince pescadores que quizás escucharon o no, que se pararon frente al maestro y tal vez quedaron todo el tiempo en confusión, ¿qué se llevaron? Encanto. No es filosofía. Y la voz, la atmósfera, el amor del maestro todavía están hoy allí.

Y así es cuando miramos hacia otra religión, el budismo. El mensaje que dio Buda fue antes de Cristo. Aún existe y pocos saben que hay un mayor número de budistas que cristianos en el mundo†. ¡Una sabiduría entregada hace tantos miles de años aún perdura! Cuántos libros imprimen científicos, escritores, poetas, y han desaparecido, nadie los conoce. Cuántas filosofías, dogmas y conceptos se le dieron a la gente y luego desaparecieron y surgió algo más. Pero aquello que entrega Dios, permanece y obra en todo el mundo directa e indirectamente.

Mis murids, mientras más entiendan el Mensaje Sufi más despertarán al hecho de que no se trata de estudiar libros, ni de un lugar para experimentar con maravillas, ni para disputarse y mostrar conocimiento en ciencias ocultas. Si es algo, es la capacidad, el espacio, la morada, el templo en el que se da el mensaje de Dios, un mensaje para entregar en este tiempo.

Les deseo nuevamente la bendición de Dios, toda la iluminación y la felicidad en la vida y luz en su camino.

Dios los bendiga

* La Escuela Interior del Movimiento Sufí.
** “ligero” aquí significa frívolo o superficial. [N.d.T.: El original en inglés usa la palabra ‘light’. En español tenemos las palabras ‘banal’, ‘trivial’ (también en inglés), o se habla de ‘tomar algo a la ligera, con ligereza’, como quitándole importancia].
† Aunque estadísticamente hay muchos más cristianos que budistas en el mundo, la afirmación de Hazrat Inayat tuvo ciertamente la intención de despertar a los murids a una visión más amplia del mundo.

Traducido por Juan Amin Betancur

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