Hazrat Inayat: Renuncié a mi Música
Hazrat Inayat Khan dictó el siguiente breve fragmento, que explica algo que muchos encuentran incomprensible: que un músico de tan alto nivel, que hoy podría ser llamado un músico de “clase mundial”, podría dejar de lado su instrumento y renunciar a su música.
Renuncié a mi música porque recibí de ella todo lo que tenía que recibir. Para servir a Dios, uno debe sacrificar lo más querido, y yo sacrifiqué mi música, lo más querido para mí. He compuesto canciones, canté y toqué la vina, y practicando esta música, llegué a una etapa en la que toqué la música de las esferas. Entonces cada alma se convirtió para mí en una nota musical, y toda la vida se convirtió en música. Inspirado por esto, hablé a las personas, y aquellos que se sintieron atraídos por mis palabras me escucharon a mí en vez de escuchar a mis canciones. Ahora bien, si hago algo, es afinar almas en vez de instrumentos; armonizo personas en vez de notas.
Si hay algo en mi filosofía, es la ley de armonía, que uno debe ponerse en armonía con uno mismo y con los demás. He encontrado en cada palabra un cierto valor musical, una melodía en cada pensamiento, armonía en cada sentimiento, y he intentado interpretar lo mismo con palabras claras y sencillas a quienes escuchaban mi música. Toqué la vina hasta que mi corazón se convirtió en este mismo instrumento; luego ofrecí este instrumento al Músico Divino, el único Músico que existe. Desde entonces me he convertido en Su flauta, y cuando Él elige, toca Su música. La gente me da cierto crédito por esta música, que en realidad no se debe a mí, sino al Músico que toca su propio instrumento.
Que Dios los bendiga.
Traducido por Yaqín, Rodrigo Esteban Anda