Hazrat Inayat : Initiation pt VIII (Spanish version)

Hazrat Inayat : La Iniciación parte VIII

Continuamos con la importante serie de enseñanzas sobre el tema de la iniciación. En esta y en las siguientes entregas, Hazrat Inayat Khan considera qué características se necesitan para el viaje. La publicación anterior de esta serie se puede encontrar aquí.

La iniciación necesita coraje y la tendencia a avanzar espiritualmente, aunque esta puede parecer no ser una forma de vida para todos. Por lo tanto, el primer deber de un murid es no ser sacudido en su fe por ninguna influencia contraria o por cualquier cosa que se diga en contra del camino  que ha tomado. No debe permitirse ser desanimado por nadie. El murid debe ser tan firme en su camino que si el mundo entero dice que este es un camino equivocado, él dirá que es el camino correcto. Y si alguien dice que le tomará mil años o tal vez más, el murid debe ser capaz de decir que incluso si tomara mil años, tendrá la paciencia para seguir adelante. Como se dice en Persa, es el trabajo del baz*, el caminante de los cielos.

En este camino místico lo más necesario es el coraje, la firmeza y la paciencia, pero también confiar en el maestro de cuya mano se toma la iniciación, y la comprensión de la idea de disciplina. En Oriente, donde durante miles de años ha sido comprendido el camino del discipulado, estas cosas son consideradas como las más importantes y aceptables de la mano del maestro. ¡Cuán pocos en el mundo saben confiar! Lo necesario no es confiar en otro, ni siquiera en el maestro, sino en uno mismo, y uno no es capaz de confiar plenamente en sí mismo cuando no ha experimentado en la vida cómo confiar en otro. Algunos se preguntarán: “Pero si confiamos y nuestra confianza fue en vano, ¿no deberíamos estar decepcionados?”. La respuesta es que debemos confiar por el bien de la confianza, y no por el bien de un retorno o para ver qué fruto trae. La plena confianza es el mayor poder en el mundo. La falta de confianza es una debilidad. Aunque hayamos perdido algo por confiar, nuestro poder será mayor que si hubiéramos ganado algo sin desarrollar la confianza.

La paciencia es muy necesaria en el camino. Después de mi iniciación en la Orden de los Sufíes estuve durante seis meses continuamente en presencia de mi murshid antes de que dijera una palabra sobre el tema del Sufismo; y tan pronto como saqué mi cuaderno pasó a otro tema; ¡se terminó! ¡Una frase después de seis meses! Una persona pensaría que es mucho tiempo, seis meses sentado ante su maestro sin que le enseñen nada; pero no son las palabras, es algo más. Si las palabras fueran suficientes, hay bibliotecas llenas de libros ocultos y místicos. Es la vida misma, es el vivir lo que es importante. El que vive la vida de la iniciación, no solo se vive a sí mismo, sino que también hace que los demás que entran en contacto con él vivan. Por lo tanto uno es iniciado en la Orden Sufí no especialmente para estudiar, sino para entender y seguir lo que significa el verdadero discipulado.

En cuanto al tema de la disciplina; cualquiera sin un sentido de la disciplina está sin el poder del autocontrol. Es la disciplina la que enseña el ideal, y el ideal es la autodisciplina. Es el soldado disciplinado quien puede llegar a ser un buen capitán. En la antigüedad los reyes solían enviar a los príncipes como soldados, para aprender lo que significa la disciplina. El camino de la iniciación es el entrenamiento del ego, y es la autodisciplina lo que se aprende en el camino del discipulado.

*Una palabra Persa que significa “halcón”, o “sol”.

Continuará…

Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.

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