Hazrat Inayat: Interés e Indiferencia pt II
En la primera publicación de esta serie, Hazrat Inayat Khan describe cuatro tipos de interés y de indiferencia. Ahora considera aquí si una es más deseable que la otra.
Cada persona que vemos en la vida cotidiana tiene una o la otra, interés o indiferencia: bien sea uno de los cuatro tipos de indiferencia o uno de los cuatro aspectos de interés mencionados arriba. Podríamos preguntarnos cuál es deseable y cuál indeseable. Todo lo que es natural es deseable, y todo lo que no es natural es indeseable.
Cuando estamos interesados en algo, pero decimos “no lo quiero, no quiero interesarme en eso, aunque me cautiva, aunque me atrae”, eso no es correcto. O cuando una persona siente que debe cuidarse a sí misma, alimentarse y lucir tan agradable como pueda, y dice que en principio no es bueno prestarse atención a sí misma, eso también es errado. Cuando se dice que todas las cosas terrenales carecen de importancia y no tienen valor comparadas con las espirituales y que uno no debería hacerles caso y, sin embargo, al mismo tiempo, estamos interiormente atraídos por el mundo, entonces no deberíamos decir tales cosas. El interés es preferible a la indiferencia.
Deberíamos evolucionar naturalmente. No deberíamos pensar que interesarse por las cosas del mundo es equivocado porque en principio es mejor no tener intereses mundanos. Pero uno es indiferente a estos por naturaleza, aun si el mundo entero nos reproche por esto no importa. Deberíamos decir “Soy también indiferente a tu opinión”.
A veces se requiere interés, a veces la indiferencia es provechosa. Por ejemplo, puedes estar en una situación en la que quieres lograr algo, y la gente se burla de ti, o tal vez no le gustes a la gente o estén listos a criticarte. Si te interesas en todas esas cosas, perderás el rumbo, en esa situación deberías ser indiferente. Pero si tienes un negocio y con el fin de promoverlo tienes que ver a alguien para hacer contactos, todo eso solo tendrá éxito según sea tu interés. Si eres indiferente a eso defraudarás tus propios intereses.
Me divertí mucho una vez cuando visité cierta ciudad en la India. Fui a un almacén a comprar algo, y el propietario estaba sentado con las piernas cruzada en unos cojines fumando pipa. Le pregunté si tenía alguna cosa que necesitaba. Pensó por uno o dos minutos y dijo “No creo”. Pregunté “¿Dónde se puede conseguir eso? Dijo, “No sé”. No se iba a mover. Permaneció sentado tan cómodo donde estaba. Me despedí y le agradecí por su amable silencio e indiferencia.
Es muy correcta la indiferencia, cuando nos sentamos a meditar en el bosque. Pero si uno tiene un almacén lo que se necesita es interés.
Continuará…
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel