Hazrat Inayat : Interest and Indifference pt III (Spanish version)

Hazrat Inayat : Interés e indiferencia pt III 

Hazrat Inayat Khan comienza ahora a explicar los orígenes metafísicos del interés y la indiferencia. La publicación anterior de la serie está aquí. 

A menudo se dice que la indiferencia es una filosofía. Hay yoguis, ascetas, eruditos y místicos que dicen que la indiferencia da un gran poder. Pero el interés también da un gran poder. Toda la manifestación es un fenómeno de interés. Todo lo que vemos en este mundo de arte y ciencia, los nuevos inventos, las hermosas casas, todo este mundo que el hombre ha hecho, ¿de dónde ha salido? Del poder del interés. El poder del interés está detrás de todo ello, y es ese poder el que ha permitido al hombre crearlo. 

Yendo más lejos, es el interés del Creador el que ha hecho esta creación. Incluso el Creador no habría sido capaz de crear si no hubiera habido interés. Toda la creación y todo lo que hay en ella es producto del interés del Creador, del Creador como Espíritu, o como ser humano, como ser vivo. 

Es el interés del pájaro lo que le permite construir su nido, y de la misma manera es el interés del hombre lo que le permite hacer todo lo que hace. Si el hombre no tuviera esta facultad de interesarse, el mundo nunca habría evolucionado. Por eso el secreto de la manifestación y el misterio de la evolución se encuentran en el interés. Pero al mismo tiempo no niego el poder de la indiferencia. El poder de la indiferencia es aún mayor, siempre que la indiferencia no sea artificial. Cuando una persona elige la indiferencia sólo porque piensa que es un buen principio, entonces no es una virtud. Y tampoco habrá poder, porque tal hombre es un cautivo: por un lado se siente atraído por el interés, y por el otro quiere mostrar indiferencia. Es un error por su parte, pues ni consigue nada por el poder del interés, ni obtiene las ventajas que pueden derivarse de la indiferencia. 

Visto desde el punto de vista de la metafísica, ¿por qué el poder de la indiferencia es mayor que el poder del interés? Porque, aunque el motivo tiene un poder, al mismo tiempo el motivo limita el poder. El hombre está dotado al nacer de un poder mucho mayor del que imagina, y es el motivo el que limita este poder: cualquier motivo y todos los motivos. Sin embargo, es el motivo el que da al hombre el poder de realizar cosas. Si no hubiera motivo, no habría poder. Pero cuando se compara el poder original del hombre con el poder del motivo, se encuentra que es como la diferencia entre el océano y una gota. El motivo reduce el poder a una gota. Sin un motivo, el poder del alma es como un océano. Pero al mismo tiempo, ese poder oceánico no puede ser utilizado sin un motivo, mientras que tan pronto como uno quiere utilizarlo para un propósito, se vuelve menor. 

La indiferencia libera esa limitación automáticamente. La limitación se rompe, y el poder se hace automáticamente mayor. Uno puede ver esto incluso en las cosas mundanas. Hay gente que corre tras el dinero, y hay gente tras la que corre el dinero. Y no son necesariamente personas espirituales. A veces ellos mismos no se dan cuenta de su condición. 

Hay personas que adoran la belleza. Hay otros a quienes la belleza los adora. Hay algunos que desean ejercer el poder, el poco poder que puedan conseguir, y hay otros sobre los que se amontona el poder, aunque no lo quieran. También vemos muchos ejemplos en este mundo de cómo el interés a menudo limita el poder del hombre, y cómo la indiferencia lo hace superior. Pero al mismo tiempo la indiferencia no debe practicarse a menos que brote naturalmente del corazón. Hay un dicho en hindi que dice: “El interés hace reyes, pero la indiferencia hace emperadores”. 

Continuará… 

Traducido por Yaqin Anda 

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