Hazrat Inayat : Kismet pt I
La palabra ‘kismet’ significa futuro o destino, y es un tema que desconcierta a mucha gente; parece que tenemos libre albedrío, la capacidad de dirigirnos en la vida – y sin embargo también podemos ver la influencia del destino. En esta serie de textos, Hazrat Inayat Khan explica el verdadero significado del destino.
Siempre se plantea la pregunta: “¿Existe un poder que gobierne el universo y controle todas nuestras acciones? O, ¿somos libres de hacer lo que nos plazca, y nuestras situaciones son el resultado de nuestras buenas o malas acciones? ¿O son nuestras acciones y situaciones gobernadas por la influencia de los planetas?”
En respuesta a esto, diré primero la contradicción de cada uno. Si Dios nos hace actuar, entonces no somos responsables. Entonces todo es Dios, y no tenemos ninguna responsabilidad. Si somos libres, entonces, diré, usted es su propio bienqueriente; nadie será su propio malqueriente. Entonces, cualquier cosa que desees, éxito o riqueza, o lo que sea, lo tendrás. Pero parece que no es así. Si la felicidad y la buena fortuna fueran el resultado de buenas acciones, entonces todos serían buenos, nadie sería malo. Y vemos que mucha gente muy malvada es muy afortunada. Cada día una acción malvada, y cada día una buena fortuna. Y muchas personas muy buenas siempre son desafortunadas y están en dificultades. Cristo tuvo tantas dificultades, y todos los profetas y santos han tenido grandes adversidades.
Si todo es la influencia de los planetas, entonces diré que debes quedarte en la habitación cuando hay un planeta que te es desfavorable – no debes hacer nada. Y cuando hay un planeta que es favorable, no debes hacer nada, porque el planeta te traerá todo por sí mismo.
Les he dicho la contradicción; ahora les diré la verdad de cada principio. Hay cuatro grandes poderes que gobiernan el mundo, Qadr y Qaza, Jelal y Jemal. Qaza es el poder que gobierna el conjunto. El rey gobierna todo el país, pero el poder se da a los virreyes y gobernadores. El gobernador gobierna toda una provincia, pero el poder se le da a un comisionado. El comisionado gobierna su distrito, sabe más de sus asuntos que el gobernador, y el gobernador no interfiere en su distrito. A cada ser humano se le da un poder. Esto es Qadr. Así como la madre permite que el niño llegue hasta el final de la sala, pero no más lejos… desde aquí hasta el final de la sala, que destruya todo lo que le plazca, pero no más que eso.
Hay un dicho indostaní: “Vemos a una persona malvada muy feliz y podemos pensar, ¿Dios lo ha olvidado?” No, pero su vasija aún no está llena. Cuando esté llena, se desbordará y traerá la destrucción para sí mismo y para los que le rodean. A veces una persona muy buena es muy infeliz en la vida. Pero cuando la vasija de sus buenas acciones está llena, se desborda y trae felicidad a él y a los que le rodean. Tenemos cierto poder, pero nuestra acción es tan limitada, nuestro poder de ver es tan limitado. Somos muy pequeños.
Las fuerzas de Jelal y Jemal son la fuerza creativa y la fuerza receptiva. A veces somos creativos, y a veces somos receptivos. El Jelal es creativo y el Jemal es receptivo. El cantante es creativo y el que escucha y disfruta es receptivo. Todos nuestros problemas se deben a nuestra falta de poder creativo o de receptividad. Si estamos en una situación que es difícil para nosotros, que es dura, que nos disgusta, esto se debe a nuestra falta de poder creativo para hacer otra situación para nosotros. Cuando la situación, la oportunidad, debería beneficiarnos y ayudarnos, y no nos favorece, es debido a nuestra falta de receptividad. Todo en el mundo es creativo o receptivo. El benefactor es creativo, y el que se beneficia es receptivo. Pero yo diría que, por muy interesantes, por muy atractivas que sean estas cosas, el nombre de Dios es mucho más grande. Sin el estudio del nombre de Dios no son nada. Esto es lo único que es grande, lo único bello, lo único de valor, lo único que vale la pena.
Continuará.
Traducido por Arifa Margarita Rosa Jáuregui