Hazrat Inayat : Maestría pt V
Con esta publicación concluimos la conferencia de Hazrat Inayat Khan sobre la maestría y podemos echar un vistazo al más grande logro – volverse indiferente a todas las perturbaciones.
“No resistas el mal,” dicen las escrituras. La resistencia al mal está en la otra persona. No te molestes con esa persona. Cuando acoges la misma emoción negativa, agregas a la suya y también aumentas el mismo fuego en ti mismo. Es como tomar una enfermedad contagiosa para ti en lugar de curarla. La ira y la amargura morirán a su tiempo.
Había en Londres un grupo pequeño de personas que trabajaban en temas espirituales. Sentían una cierta rivalidad hacia mi pequeña Sociedad y comenzaron a intentar hacernos daño diciendo historias en contra de nosotros y poniendo a otros en nuestra contra. Quienes me ayudaban vinieron a buscarme para decirme cómo nos estaban haciendo daño con esto, y preguntaron, “¿No deberíamos hacer algo para detenerlo?” Pero contesté, “Lo mejor es la indiferencia. No hagan caso.” Peor insistieron, “Aun así, nos harán mucho daño.” La respuesta a esto fue, “Para nada. El único daño que podría hacernos es que dejemos que esto entre. ¡Somos nosotros quienes permitimos el daño! Dejen que hagan ellos cuanto quieran y continuemos nosotros haciendo lo que estamos haciendo.” Cuando pasaron los años, nunca oyeron de nosotros una palabra en contra de ellos. Al contrario, les dábamos la bienvenida, les ayudábamos, les servíamos en lo que podíamos. Con el tiempo esta resistencia desapareció. Hemos continuado y ellos siguen donde estaban. ¡Un poco de indiferencia fue suficiente!
No podemos esperar que todas las personas sean justas. Si son niños, ¿cómo podemos esperar que se comporten como adultos? No podemos esperar que todos los tipos de frutas se maduren al mismo tiempo. Toma tiempo. Con el tiempo, estarán dulces. Así que esperen con paciencia y con tiempo será simple para ellos. ¿Por qué culpar a los demás cuando no están a la altura de nuestro ideal? ¿Cómo puede esta persona desagradable ser agradable si su evolución lo previene de ser de otra manera, y la sabiduría no le permite actuar de forma diferente? Ayúdenla como puedan sin esperar que sea diferente. ¿Por qué has de arruinar tu propia vida por esto? Tu propia vida es muy preciosa. Cuando no te preocupas por los demás, o los juzgas, puedes meditar, pensar, estar en silencio, y ser servicial para el mundo. Hay mucho en nosotros mismos que juzgar, ¡lo suficiente para mantenernos ocupados durante toda nuestra vida!
“Mansiones”: muchas “mansiones”, lugares para estar, caminos por recorrer, senderos para viajar*. Una vez que estás en el camino real seguirás aprendiendo en cada momento de tu vida – no solamente mientras duermes (en los sueños) pero en todo momento. Un búho no puede ver durante el día; es durante la noche que aprende de esto y aquello. Pero eso es solamente una inspiración parcial. El místico gana experiencia en cada aspecto de la vida – cuando come, está sentado, duerme; en todas las acciones. Todos estos son canales de aprendizaje. El verdadero camino es para andarlo todo el tiempo, y es aquel que ha visto al Maestro el que recibe realmente las enseñanzas. Una vez que te has unido al amor, una corriente de inspiración se te revela. Cualquiera que sea el tema, cualquiera que sea el problema. Lo que sea que tu ojo observe, será revelado. Entonces estás en el camino real. ¡Qué dicha!
Un corazón amplio es lo que se necesita para todo esto. El arma es el pensamiento, “Nada importa.” Se necesita coraje para decir, “nada importa.” Es la amplitud de su corazón lo que hace grande a una persona, mientras que es la estrechez del corazón lo que la hace pequeña. El corazón grande no piensa “¡Qué molesta es esa persona!, ¿por qué he de ser molestado de esta manera?” Es sólo el corazón estrecho el que piensa “Haré algo para molestarlo.” Puede tener razón, pero aun así es un pensamiento restringido. Quien tiene el corazón ampliado piensa, “Es algo pequeño, puedo soportarlo; no me hará mucho daño.”
Nizam escribió este verso, “El ancho de la tierra y el agua no puede compararse al ancho del corazón del hombre. Si el corazón del hombre es lo suficientemente ancho, no hay nada más grande que él.” El corazón se amplía al olvidarse de uno mismo, pero se hace estrecho al pensar en uno mismo y tenerse pena. Para ganar un corazón ancho y amplio, debes tener algo ante ti para considerar y en lo que reposar tu inteligencia – y ese algo es el ideal de Dios. Esta es la prescripción para matar al ego. Entonces, manteniéndote delante de tu consciencia y apoyando tu consciencia en Dios, Dios, que es ilimitado, vendrá a ti. Y así tu conocimiento y tus poderes se volverán también ilimitados.
Dios los bendiga.
*Al parecer Hazrat Inayat Khan se refiere al verso del Nuevo Testamento de Juan 14:2, “En la casa de mi Padre hay muchasmansiones.” Es posible que algunas pocas palabras se hayan perdido en la transcripción, pero de todas formas el sentido es claro.
Traducido al español por Darafshan Daniela Anda