Hazrat Inayat : Fundir el Oro
Hay ciertas consideraciones que son necesarias al recorrer el sendero de la iniciación. Se trata de un proceso de fundición. Una personalidad es puesta a fundir por parte del iniciador, y después de que la personalidad se ha fundido es que se hace algo con ella. Y si no se le permite que se funda, sea porque uno mismo lo impida o sea por el entorno y las condiciones, o por los amigos y asociados, entonces se desperdiciará el esfuerzo. Es el mismo proceso que el orfebre realiza con el metal. Si el proceso se interrumpe o se interfiere con alguna influencia, entonces el resultado no es lo deseable.
El sendero de la iniciación no es un camino de estudio. He visto personas que no sólo que han leído cincuenta volúmenes, sino que han escrito cincuenta volúmenes y los han publicado, y, aun así, no son aptas para la iniciación. No es un acto cerebral, es un proceso de fundición espiritual, pasar de ese aspecto duro de metal a la forma líquida; el hielo que se hace agua. Por lo tanto, el mureed debe cuidarse de cualquier influencia perturbadora que podría interferir el proceso, sabiendo que es su responsabilidad. El maestro le habría cuidado si el mureed fuese niño; los mureeds que son adultos, deben sentirse responsables de sí mismos.
Y hay que tomar en cuenta otra consideración, que el proceso de desarrollo espiritual es una expansión y esta expansión ocurre al ampliar la perspectiva. La perspectiva depende de la actitud de la mente. Si una mente está enfocada en pensar cosas pequeñas, entonces este proceso de ampliar la perspectiva no se completará. Por ejemplo, si quieres mirar una moneda, naturalmente toda la mirada estará fija en la moneda; el horizonte de tu visión naturalmente será del tamaño de esa moneda por ese momento. Por otra parte, si estás mirando un horizonte amplio, el alcance de tu visión será incomparablemente más ancho. El progreso espiritual es elevar la consciencia para que la consciencia se pueda expandir hasta la perfección. Por lo tanto, es un trabajo continuo de intentar ver una esfera más amplia. Con esta actitud una persona, sin aprender a ser espiritual, se convertirá naturalmente en espiritual, su perspectiva de la vida se hará diferente. Pequeñeces que la gente las toma profundamente le parecerán de poca importancia; cosas con las que la gente se confunde le serán claras; cosas que son tan importantes para todos no le importarán; muchas cosas que asustan y horrorizan a la gente no tendrán sobre sí el mismo efecto; decepciones y fracasos no le quitarán su esperanza ni su coraje. Su pensamiento, palabra y acción, como su perspectiva, se vuelven más amplios, así todo lo que diga o haga será diferente. Lo que llamamos nobleza, esa nobleza natural que pertenece al alma, florecerá. Porque el logro espiritual no es convertir la vida en un acertijo para uno mismo; sino que al resolver el problema es que se consigue la espiritualidad.
Tr. Baasit Patricio Carrillo