Hazrat Inayat: Sobre el Espíritu de Guía
Así como en el hombre hay una facultad para el arte, la música, la poesía y la ciencia, así también existe la facultad o el espíritu de guía; es mejor llamarlo espíritu porque es la facultad suprema de la que se originan todas las demás. Así como vemos que en cada persona hay alguna facultad artística, pero no todo el mundo es un artista, así como todo el mundo puede tararear una melodía, pero sólo uno de cada mil es un músico, así cada persona posee esta facultad de alguna forma y en un grado limitado, pero el espíritu de guía se encuentra entre pocos entre la raza humana.
Un poeta persa dice: “Las joyas son piedras, pero no se pueden encontrar en todas partes, el árbol de sándalo es un árbol, pero no crece en todos los bosques, así como hay muchos elefantes, pero sólo un rey elefante, así entonces hay seres humanos por todo el mundo, pero el ser humano real rara vez se encuentra “. Esto parece demostrar que hay alguna esencia, sea en el reino mineral, vegetal, animal o humano, que representa este espíritu, así como el rubí difiere de la piedra ordinaria sólo por la cantidad de luz dentro de él. Encontramos que la esencia es luz. En el reino vegetal lo llamamos fragancia y atrae al aliento y no a los ojos, y en el reino animal lo conocemos como razón o luz de la razón.
Cuando nos elevamos por encima de la facultad y consideramos al Espíritu de Guía encontraremos que se consuma en el Maestro o Mensajero espiritual. Hay un dicho que dice que el Reformador es el hijo de la civilización, pero el Maestro es su padre. Este espíritu siempre ha existido y debe existir siempre, y de esta manera de vez en cuando el Mensaje de Dios ha sido entregado.
Revista Sufi
Vol IV No. 2
Octubre de 1920
Traducido por Juan Amin Betancur