Hazrat Inayat : Una Religión
El siguiente texto de Hazrat Inayat Khan fue evidentemente dado antes o durante un servicio de Culto Universal.
La religión tiene su lugar en el mundo, cualquiera que sea la condición. Desde el comienzo de la civilización ha habido una u otra religión seguida por la gente. Por supuesto, cada vez que llegaba una nueva religión, la antigua religión era desarraigada, pero ¿qué fue desarraigado? ¿Fue la religión o la corrupción la que fue desarraigada? La verdad es la verdad, la religión es la religión. La religión nunca puede ser desarraigada. Esa religión que es la necesidad del alma humana, esa religión siempre ha sido y siempre será. Es sólo la forma externa, sus dogmas externos, que quizás han sido corrompidos a veces, lo que no respondió al propósito de la humanidad en esa etapa de la evolución. Y al no entender eso, el hombre se ha rebelado muy a menudo contra la religión, sin saber que esa rebelión era contra la corrupción, no contra la religión.
Ahora bien, la condición del mundo tal y como la encontramos hoy en día, es como una embriaguez. La gente no sabe, cuando está en rebelión, si hace el bien o el mal. Cuando una persona está enfadada con su amigo, al ver los defectos o las faltas del amigo, se olvida de sus méritos. Por eso el hombre de hoy, ebrio en una rebelión contra la religión, es decir, contra la corrupción, se rebela también, ignorantemente, contra Dios, o la forma, o la oración, o cualquier cosa que le pida lo más profundo de su ser. ¿Y qué ha provocado esta rebelión en el mundo occidental en este momento? Ha provocado una condición en la que se ha vuelto una moda ser ateo.
Hay personas que desean mencionar el nombre de Dios, y sin embargo tienen miedo de que se oponga a la moda, la costumbre del día. Es como en el pasado, un ateo en el pasado no se atrevía a decir que no creía; tenía que respetar la costumbre. El resultado de esta condición es que el hombre está absorto en la ganancia material, y la ganancia espiritual y las inspiraciones celestiales están fuera de su vista.
El Movimiento Sufí tiene la intención de desempeñar su papel en el momento actual en esta condición del mundo. Y, por pequeño e infantil que sea, tiene un amplio horizonte y un vasto campo de trabajo por delante. Su trabajo es traer al mundo esa religión que siempre ha sido la religión de la humanidad, esa religión de la naturaleza: respetar las creencias de los demás, las escrituras de los demás, los maestros de los demás. Por lo tanto, no es sólo una Iglesia, es una escuela en la que aprendemos a respetar la religión de todos los pueblos en el mundo y sus escrituras, y a rendir homenaje a los maestros que más han estimado. Este fue el objetivo de todos los grandes profetas, y es en el momento actual que este objetivo, sostenido por todos los profetas, se está cumpliendo. Y, de esta manera, está con nosotros la bendición, la inspiración y el poder de todas las almas que durante siglos han venido a este mundo y han despertado a la humanidad hacia esa meta que es el anhelo de cada alma.
Este servicio de la Iglesia de Todos es un culto universal. En este servicio, hay un servicio Cristiano, uno Musulmán, uno Budista, un servicio Hindú, todos los servicios están incluídos. Por lo tanto la bendición de Cristo se da desde el altar al buscador de la bendición de Jesucristo; el que busca la bendición de Moisés, a él se le da la bendición de Moisés; el que busca la bendición de Buda, para él está la bendición de Buda.
Pero aquellos que buscan la bendición de todos esos grandes que han venido en diferentes épocas, son bendecidos por todos. Este servicio, por lo tanto, es el cumplimiento del deseo de Cristo; este es por lo tanto el servicio que Moisés habría tenido, si hubiera podido en aquellos tiempos; y este es el servicio que Mahoma habría pretendido, porque el Islam estaba pensado para todas las religiones del mundo. Ningún gran maestro ha venido a la tierra con la idea de dividir a los pueblos en diferentes sectas y comunidades.
Nuestro Movimiento, por lo tanto, se ocupa de prestar nuestro servicio a Dios y a la humanidad en esta dirección, sin la intención de formar una comunidad exclusiva, sino para unir en este servicio a las personas de todas las diferentes religiones. Este Movimiento, en su infancia, está comenzando su trabajo, pero su culminación será un movimiento mundial. Es el Mensaje Mundial, y esa religión que será la religión de toda la humanidad, una religión que no distraiga la mente de cualquier persona de su propia religión, sino que la haga más firme e iluminada, más comprensiva de su propia religión; una religión que enseñe la tolerancia hacia la fe del otro; una religión que abra el corazón de una persona a las palabras de sabiduría, sin importar la dirección de la que provengan. Esta no es sólo una Iglesia, sino que esta es una escuela para que aprendamos, para aprender la lección de la tolerancia, una lección para que aprendamos a adherirnos a todos los maestros y a respetar todas las escrituras, una lección que nos enseña que no necesitamos renunciar a nuestra religión, sino que debemos abrazar todas las religiones para hacer perfecta la sacralidad de la religión.
Es para aprender esto, para comprender esta idea que el Movimiento Sufi tiene el Culto Universal; que en este Culto Universal, cualquiera que sea la forma de culto que tenga una persona, no importa; mientras crea en Dios, puede reunirse con otros seres humanos, sin pensar que su creencia difiere en esto o aquello. Este culto no aparta a nadie de su propio camino, sólo presenta ante todos su propia escritura. En este servicio uno comienza a entrenarse para amar su propia religión y para tolerar las religiones de los demás. En este momento en el que el mundo está dividido en tantas secciones, una trabajando en contra de la otra, es muy necesario que la humanidad deba al menos unirse en Dios, porque no hay diferencia. Él es el Padre de toda la humanidad, y todos vamos ante Él como Sus hijos. Este Culto Universal nos lo recuerda, y este Culto Universal nos prepara para simpatizar unos con otros y para ser bendecidos por todas las formas de sabiduría que han llegado a nosotros por los diferentes grandes Maestros de la humanidad.
Hay un solo Dios, hay una sola Verdad, por lo que en realidad no puede haber muchas religiones, solamente hay una religión. Y es por la comprensión de esta Verdad que seremos verdaderamente beneficiados por lo que es llamado religión.
Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.