Hazrat Inayat: Some Ideas of the Sufis pt II (Spanish version)

Hazrat Inayat: Algunas ideas de los sufis Parte II

Continuamos con la charla impartida por Hazrat Inayat Khan a los estudiantes de la University of Southern California, comenzada aquí. La primera parte concluyó con una explicación de la diferencia, en el entendimiento sufi, entre la sensación y la exaltación. Los sabios y maestros de todas las edades, dijo Hazrat Inayat a sus oyentes, han enseñado en diferentes formas el arte de la relajación, el arte del reposo. Al final de la conferencia, Hazrat Inayat recibió una serie de preguntas de la audiencia, principalmente en relación con la sensación y la exaltación, que se publicarán en una tercera entrega.   

Y ahora llegamos a la pregunta de cómo se practica este arte. La primera práctica de este arte por los sufis es lo que llaman pose y postura. La sensación es creada y experimentada por la acción. La exaltación es creada y experimentada por el reposo. Sentarse en silencio en una determinada postura provoca el reposo. Y a medida que avanzaban en la ciencia del reposo también descubrieron que, así como el movimiento en todas las direcciones tiene cierto efecto, la postura de todo tipo produce un cierto efecto. Tal vez hayas visto imágenes de yoguis de la India sentados de cierta manera o parados de cierta forma. Y las antiguas estatuas de Buda, y de los dioses y diosas dan esta educación, que cada forma en la que uno se encuentra produce un cierto efecto psicológico, cada forma en que uno se sienta produce un efecto psicológico. En Oriente, la gente se sienta ante la estatua de Buda y es inspiradora para ellos. Ven la postura, y ven la paz de la postura y produce en ellos ese efecto.

Nuevamente la respiración tiene tanto que ver con la condición de la mente. Hoy, en el mundo exterior, utilizan la respiración en lo que respecta a la producción de la voz para desarrollar la voz, o para desarrollar el sistema muscular utilizan la respiración con la gimnasia. Pero la respiración correcta tiene un efecto aún mayor en la mente cuando se la conoce. Todos los ritmos diferentes cambian el efecto; en otras palabras, toda la circulación de la sangre es cambiada por una cierta respiración, y no solo la circulación de la sangre, sino el pulso.* Y al cambiar el ritmo de la sangre y el pulso, se producen diferentes efectos. Y de esta manera uno obtiene dominio sobre su propio cuerpo. Y al dominar el propio cuerpo uno puede ir más allá en el camino espiritual. ¿No es siempre cierto que la mente tiene influencia sobre el cuerpo? Pero también el cuerpo tiene influencia sobre la mente. Cuando una persona está cansada, su ritmo de respiración no es correcto. Cuando el pulso ha perdido su ritmo original, cuando la actividad es mayor de lo normal, una persona se vuelve inquieta, se enoja, no puede controlarse, pierde la razón.

Si vamos más allá pensando sobre la mente, el pensamiento del místico es diferente al considerar la mente. El místico no llama cerebro a su mente. El místico dice que el cerebro es el vehículo a través del cual se expresa la mente. Para el místico, la mente es algo independiente, la facultad de pensar, de razonar, de recordar, de sentir. De la misma manera, para el místico, el corazón no es un pedazo de carne en el pecho. Para el místico, la palabra corazón significa la profundidad de la mente; la mente es la superficie del corazón y el cultivo del corazón es el cultivo superior. Como toda congestión del cuerpo se acaba mediante la regularización de la respiración y por la pose y la postura de un cierto tipo, y por el silencio y la soledad, también la congestión de la mente se acaba al saber cómo practicar la meditación. Uno podría preguntar: “¿Qué quiero decir con congestión de la mente?” Hay miles de cosas en el día que provocan la congestión de la mente, ya que cada choque nervioso provoca la congestión de los nervios. Los psicólogos encuentran que muchas enfermedades provienen de la congestión. Es la vida de la sensación en ausencia de la vida de reposo lo que causa muchas enfermedades. Y a menudo la incomodidad es causada por no aliviar la congestión del corazón, una congestión provocada por pequeñas cosas: algo que no nos gusta, que no podemos soportar, que no podemos tolerar, lo que carga nuestro sistema nervioso; el miedo, y la duda, y la ansiedad, y el horror, y los prejuicios, y la sospecha, y la confusión, y el pensamiento desconcertante, todas estas cosas provocan la congestión del corazón. Cada pequeña conmoción en el sentimiento, en el afecto, en la simpatía, el amor y la devoción provoca la congestión del corazón, produciendo un veneno que surge en el pensamiento, en la palabra, en la acción, cuya influencia no está solo en los cuerpos internos, sino también en la expresión externa del hombre.

La vida meditativa en la que viven los sufis es realmente la creación de ese equilibrio que es necesario para cada hombre en su vida en el mundo. Sí, la gente se ha ido a las cuevas de las montañas, bosques y lugares remotos para descansar y meditar. Pero eso fue solo para experimentar, no para que todos lo sigan. Pero la educación del reposo, que en otras palabras puede llamarse meditación, es lo más esencial para practicar y conocer, porque es lo que hace que esta vida diaria sea normal. Uno comienza a vivir más plenamente, y las puertas de la inspiración latente en el hombre se abren cuando la vida se vive de manera normal y más completa.

Continuará…

* Por su uso de la palabra “pulso” aquí y en otros textos, es evidente que Hazrat Inayat se está refiriendo a ritmos de conciencia, tal vez equivalentes a ondas cerebrales.

                                                            Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jauregui

 

 

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