Hazrat Inayat : Espíritu y Materia pt VI
Hazrat Inayat Khan retoma ahora el tema de la inseparabilidad del espíritu y la materia, ya que son uno y no dos. La publicación anterior de la serie está aquí.
El espíritu y la materia no son dos cosas. Son una, que nosotros vemos como dos. La razón es que el primero no es distinguible, mientras que la segunda es diferenciada. El primero no es evidente, mientras que la segunda sí lo es. El espíritu es el propio ser del hombre, su ser real; el espíritu es su facultad de saber, su inteligencia. La inteligencia misma que distingue todas las cosas es el ser real del hombre.
¿Cómo puede esta inteligencia verse a sí misma? Es tarea del espíritu sentir la materia, y al mismo tiempo es tarea del espíritu sentirse a sí mismo. La materia no puede sentir al espíritu; el espíritu tiene que sentirla para ser evidente. Lo que ocurre cuando el espíritu no puede sentirse a sí mismo se muestra en la historia de los veinte campesinos que se fueron de viaje y después de cruzar un río quisieron saber si estaban todos. Cada uno contó y dijo que eran diecinueve porque cada uno olvidó contarse a sí mismo. Lo mismo ocurre con el espíritu; el espíritu distingue todo excepto a sí mismo, del mismo modo que los ojos no pueden verse a sí mismos. Los ojos ven todas las cosas, pero nadie ha visto nunca sus ojos excepto como reflejo en un espejo.
Otro hecho, y el más importante, es que ninguna materia puede existir sin espíritu. El espíritu es su existencia y el espíritu es su vida. Con cualquier objeto, dulce o agrio, fragante, frío o caliente, cualquiera que sea su cualidad, es el fenómeno del espíritu trabajando a través de ese objeto lo que lo hace distinguible de una manera u otra. Si uno se preguntara si existe un vínculo entre el espíritu y la materia, la respuesta sería que no hay ninguno. No hay distancia entre ambos porque, como hemos dicho, no son dos cosas, son una y la misma. Es simplemente que al aspecto distinguible del espíritu lo llamamos materia, y a su aspecto más fino, que no se puede distinguir, lo llamamos espíritu.
La gente usa la palabra espíritu en diferentes sentidos. Los espiritistas han llamado espíritu al alma que ha partido de la tierra. Los religiosos han llamado espíritu al ser de Dios. Y ambos tienen razón, aunque ambas explicaciones son limitadas. No sólo es el espíritu el que es el ser de Dios. La materia también es el ser de Dios. Una vez conocí a un joven que me dijo: “No creo en Dios, ni en el más allá, ni en el alma”. Le dije que no deseaba hacerle creer en estas cosas, que no era mi intención en absoluto. Entonces el joven me preguntó en qué creía, pues quería continuar la conversación. Le dije: “Es muy difícil expresar con palabras lo que uno cree, pero me gustaría mucho que me dijera en qué cree”. Respondió muy fácilmente: “Creo en la materia eterna”. Yo le dije: “Mi creencia no dista mucho de la tuya, porque a lo mismo que tú llamas materia eterna, yo lo llamo espíritu eterno. Es una diferencia de palabras. Realmente creemos lo mismo”. La materia no puede ser eterna, pero si el joven quería llamar materia a lo que es eterno, yo no tenía nada que objetar. Yo también estaba dispuesto a llamarlo materia.
Continuará…
Traducido por Inam Anda