Hazrat Inayat: espíritu y materia (pt. VIII)
Con esta publicación concluimos la explicación de Hazrat Inayat Khan sobre la unidad entre espíritu y materia. La entrega anterior en esta serie se encuentra acá.
El alma se asemeja a un rayo del sol. ¿Y qué hay en un rayo del sol? ¿Qué lo causa? Es el movimiento del sol, el movimiento de la luz. Las ondas de luz provocan un espacio entre una onda y la otra, tal como en el mar se forma un espacio entre una ola y la siguiente. En realidad, no hay un vacío, solo es una condición temporal de la elevación del agua que ocasiona un espacio entre dos olas. Esas dos olas son una condición temporal del agua del mar. El agua del mar permanece, pero las olas, formadas por un momento, se elevan y vuelven a caer. Si decimos que se aproximan cinco olas, es en nuestra concepción que son cinco, pero el fenómeno es solo momentáneo. Las olas son y no son.
Así mismo pasa con las almas. Si decimos que hay muchas almas, esto es verdad, tal como hay muchas olas o muchos rayos de sol. Si decimos que solo hay un espíritu, esto es aún más verdadero, tal como hay un solo mar o un solo sol. Las olas son una acción del mar; los rayos son una manifestación del sol; las almas son un fenómeno del espíritu. Son y no son. Están ahí porque los vemos, y no existen porque solo hay un ser.
Quienes separan el alma del cuerpo están buscando el mismo punto de vista de quien ve el espíritu y la materia como dos cosas diferentes. La vista ha hecho los ojos para ver, pero al hacer los ojos la vista se ha limitado. Tenía un poder mucho mayor antes de tener ojos. Al limitarse a sí misma al alcance de los ojos, el poder de la vista se ha reducido. Lo mismo pasa con el alma. El alma que se manifiesta en un cuerpo ha disminuido considerablemente su poder, incluso al punto de no ser capaz por un solo momento de imaginar el gran poder, vida y luz que tiene en sí misma. En el momento en que se percata de sí misma haciéndose independiente del cuerpo que la rodea, el alma comienza naturalmente a ver en sí misma el ser del espíritu.
¿Qué es la conciencia? La conciencia es la facultad de conocer, pero es tal cuando posee algún conocimiento. Solo entonces podemos llamarla conciencia; uno se hace consciente de algo, la conciencia siempre tiene que ser conciencia de algo. Cuando no es consciente de nada, es inteligencia pura. En esta comprensión es donde puede revelarse el más grande secreto de la vida.
Podría decirse que la inteligencia pura solo puede ser experimentada por un Ser, por Dios, pero nadie puede quedar por fuera de ese único Ser. Así pues, todos y cada uno están en el único ser, el único Ser los incluye a todos. Sin lugar a dudas, hay cierto proceso por medio del cual uno puede llegar a esa inteligencia pura. El ser humano ya no es consciente de eso. Ha perdido el hábito de experimentar lo que es la inteligencia pura. Pero todas las meditaciones y concentraciones, todo el proceso del sendero espiritual por el cual transita el místico nos trae finalmente la comprensión de la inteligencia pura. Y si alguien pregunta qué beneficio se obtiene de eso, la respuesta es: dado que todo lo que beneficia viene de una fuente, esa fuente tiene que ser perfecta, tiene que ser todo-benefactora. Esto trasciende nuestra limitada imaginación, pero es la cosa más grande que alguien puede alcanzar en su vida.
Traducción por Vadan Juan Camilo Betancur Gómez
Gracias Murshid, demasiado bello y profundo
Gracias, querida Walia, y sobre todo gracias a nuestro inspirador, Hazrat Inayat Khan.