Hazrat Inayat : Sufi Poetry pt I (Spanish version)

Hazrat Inayat : Poesía sufi pt . I 

Hazrat Inayat Khan reconocía todo esfuerzo artístico, en cualquier medio, como una forma de expresar el divino ideal, y a través de los siglos muchos grandes Sufis han regalado al mundo un tesoro de poesía inspiradora. En esta serie de conferencias, nuestro Maestro considera los orígenes de la poesía, y algunas de las formas en las que poetas ​​Sufis expresan sus ideas místicas.  

Existe un dicho de que el poeta es un profeta, y este dicho tiene gran importancia y un significado oculto. No hay duda de que la poesía no es necesariamente profecía, la profecía nace en la poesía. Si dijéramos que la poesía es el cuerpo que adopta el espíritu de la profecía, no estaríamos equivocados. Wagner [el compositor alemán –ed.] dijo que ​​el ruido no es necesariamente música, y lo mismo puede decirse de la poesía. Un verso escrito en rima y metro no es necesariamente poesía real. La poesía es un arte, una música expresada en la belleza y armonía de las palabras. Sin duda mucha de la poesía que leemos es para pasar el tiempo o entretenernos; pero la poesía real viene de la danza del alma. Nadie puede hacer bailar al alma a menos que el alma misma esté inclinada a bailar. Además, no hay alma que pueda bailar si no está viva.  

​​​En la biblia se dice que nadie, cuya alma no haya nacido de nuevo, entrará al reino de Dios. Nacer significa estar vivo. No es solo una disposición alegre o una inclinación externa al júbilo y al placer que son signo de un alma viva. La alegría y diversión externas pueden resultar simplemente a través del ser externo del hombre. Sin embargo, incluso en esta alegría y felicidad externas, hay una vislumbre de la dicha y felicidad interior, y eso es muestra de que el alma ha nacido otra vez. 

¿Qué es lo que hace a un alma estar viva? Se llena de vida a sí misma cuando toca su profundidad en lugar de buscar hacia afuera. El alma, tras ​​chocarse con el muro de hierro de esta vida de falsedad, se da la vuelta hacia sí misma; se encuentra consigo misma, y así es como toma vida. Para aclarar esta idea, me gustaría usar el ejemplo de un hombre que sale ​​al mundo – un hombre con pensamiento, sentimiento, energía, deseo, ambición y entusiasmo – para vivir y trabajar en la vida. Por la misma naturaleza de la vida, sus experiencias lo harán sentir constantemente que se choca con un muro de hierro en cualquier dirección que tome hacia afuera. La naturaleza del hombre es tal que cuando se encuentra con un obstáculo, sufre. Vive en el mundo exterior y se la pasa sufriendo. No conoce ninguna otra parte de la vida, ya que vive en la superficie. Entonces, hay otro hombre que es sensible porque tiene un corazón​​ compasivo y tierno, y cada golpe que recibe del mundo exterior, en lugar de hacerle querer golpear de vuelta, lo hace querer golpearse a sí mismo internamente. Su alma, después de nacer en esta tierra, parece estar viviendo, pero en realidad está en una tumba. Sin embargo, ahora su alma se despierta por esa acción. Una vez que el alma despierte de esta manera, se expresa hacia afuera, ya sea a través de la música, el arte, la poesía, las acciones, o de cualquier forma en la que desee expresarse. 

De esta forma, nace un poeta. Hay dos señales que revelan a un poeta. Una señal es la imaginación; la otra señal es el sentimiento. Las dos son esenciales en el camino ​​espiritual. ​​Un hombre, por muy culto y bueno que sea, que carezca de estas dos cualidades, nunca podrá alcanzar un resultado satisfactorio, especialmente en el camino espiritual.  

Continuará… 

Traducido por Darafshan Daniela Anda 

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