Hazrat Inayat : Los Maestros de nuestro Destino pt. IV 

Hazrat Inayat Khan comienza ahora a considerar la forma en que avanzamos y evolucionamos a través de la vida. Cuando habla del temperamento negativo del santo, debe entenderse que se trata de una cualidad receptiva, jemal, distinta de una cualidad expresiva, jelal. La publicación anterior de la serie está aquí. 

En todos los ámbitos de la vida se demostrará al buscador de la verdad que hay una clave para el éxito, una clave para la felicidad, una clave para el avance y la evolución en la vida. Y esta clave es el logro de la maestría. La pregunta es, ¿cómo se alcanza la maestría? Hay tres etapas. La primera etapa de la maestría es el logro del autocontrol. Y una vez obtenido el autocontrol, la segunda etapa consiste en controlar todas las influencias que nos alejan del camino que deseamos seguir. Y cuando uno ha triunfado en esta segunda etapa, entonces hay una tercera etapa, que es el control de las condiciones, de las situaciones. El hombre que es responsable, el hombre que tiene control sobre las condiciones y situaciones es más grande que mil hombres que pueden estar bien calificados pero no tienen esto. El que es capaz de controlarlas puede sentarse en su silla aparentando no hacer nada, pero logrará más que el que está haciendo cosas todo el día. Muy pocos pueden imaginar hasta qué punto un hombre puede ganar poder, especialmente porque la vida de hoy es una lucha continua por nada, una vida ocupada sin muchos logros. No podemos imaginar hasta qué punto el poder de la mente maestra puede lograr cosas. Pero se hace entre bastidores. Los que hacen poco se presentan y dicen que pueden hacer mucho, pero los que realmente hacen algo dicen poco. 

Hay tres aspectos de la mente maestra, o Sahib-i Dil, como se le llama en persa. Estos tres aspectos están relacionados con tres temperamentos diferentes. Uno es el temperamento santo, otro es el del maestro, y el tercero es el temperamento del profeta. 

Cuando una persona ha alcanzado la maestría, puede llamarse iniciación interior. A partir de ese momento se utiliza conscientemente para cumplir un determinado propósito. Cada alma está aquí en la tierra para cumplir un cierto propósito en el esquema de la vida. Pero cuando uno ha alcanzado la maestría, a partir de ese momento es elegido por la Providencia para ser utilizado como una herramienta, un instrumento, para cumplir un determinado propósito. La humanidad, cada ser humano, es una especie de materia prima que el destino utiliza. La mente maestra, sin embargo, es un instrumento acabado que el destino maneja para cumplir su propósito. 

El temperamento santo es el temperamento negativo, resignado, perfectamente resignado, a la voluntad de Dios. El santo ha aprendido la paciencia, la confianza, la resistencia, la tolerancia. Ha cargado con la cruz, ha sido crucificado mil veces en su vida. Sabe lo que significa el amor. Ha tomado el camino de la devoción. Lleva una vida de servicio; se ha borrado a sí mismo; ha aplastado su personalidad. Ha disuelto en agua la roca de la que estaba hecho. Su camino no es el del martillo, sino el del agua. El martillo rompe la roca, pero el agua la rodea y se abre camino. Por eso la personalidad santa da paz y armonía y consuelo a los que entran en contacto con ella. Es una personalidad así la que cura y eleva a los que andan a tientas en la oscuridad, a los que tocan las profundidades de la tierra. Ha desarrollado el amor que se ve en una madre y un padre, pero tiene ese amor por cada persona, por cada alma. No es una fábula que los árboles, las plantas y las rocas hablaran a los santos. Es la verdad. Cuando una persona ha desarrollado esa simpatía, simpatiza con la roca, la planta y el árbol. Todo en la naturaleza se abre ante él. Es a través de esa compenetración que es capaz de comunicarse con toda forma de vida, sea lo que sea. Por lo tanto, no es necesario que abandone el mundo. Ya sea en el bosque o en medio de las luchas del mundo, el alma del hombre siempre es capaz de elevarse a las mayores alturas, si tan sólo desea alcanzarlas. 

Continuará… 

Traducción: Inam Anda