Hazrat Inayat: El fenómeno del alma pt IV 

Hazrat Inayat Khan continúa con su explicación del fenómeno de la manifestación, del cual el alma es un aspecto. La publicación anterior está aquí. 

La conciencia ha dado cuatro pasos distintos en la manifestación, que en términos sufíes se llaman Ilm, Ishq, Wujud, Shuhud. Ilm es la etapa en la que la conciencia actúa como inteligencia. Ishq es la etapa en la que la actividad de los rayos de la conciencia ha aumentado y esto ha causado confusión entre los rayos y ha convertido en poder a la inteligencia, que es voluntad en términos simples y amor en términos poéticos. El tercer paso de la conciencia, Wujud, es la creación de vehículos, como la mente y el cuerpo, a través de los cuales experimenta la vida en la superficie. Y su cuarto paso es su experiencia consciente de la vida desde la profundidad hasta su máxima altura, que se llama Shuhud, y esto cumple el propósito de toda manifestación. 

Las divisiones de uno en muchos son causadas por la luz y la sombra, y si miramos detenidamente la vida, tanto por dentro como por fuera, deberíamos darnos cuenta claramente de que es una vida, una luz, que aparece dividida y convertida en muchas [vidas] por diferentes matices. Todo objeto luminoso bajo la sombra de un objeto menos luminoso se oscurece en parte, y esto en términos artísticos se llama sombra. Es este secreto el que se esconde bajo la variedad de las cosas y de los seres. 

El tiempo y el espacio son la causa de toda la creación y la fuente de toda su variedad. Es el tiempo el que cambia las cosas y los seres del estado crudo al estado maduro, de la juventud a la vejez, del nacimiento a la muerte. El tiempo trae ascenso y caída, y el espacio da éxito y fracaso. Una persona puede encontrarse con el fracaso en un lugar y en otro con el éxito, en un país puede ascender y en otro puede caer. Si uno mirara de cerca la vida, vería que toda la creación cambia bajo la influencia del tiempo y el espacio, mientras que nunca ocurre ningún cambio en el espacio o en el tiempo. En ellos reside el misterio del mundo entero. 

La actividad de la conciencia tiene dos aspectos, movimiento y quietud, lo que provoca dos cosas distintas, el poder expresivo y la facultad de respuesta. Desde el plano superior de la existencia al inferior, y en la vida de todas las cosas y seres, vemos estas dos fuerzas trabajando incesantemente. Cada ser para el otro, y en la experiencia de expresión y respuesta reside la alegría de ambos; en otras palabras, la satisfacción de la conciencia. El sol expresa, la luna responde; la voz expresa, el oído responde. Todos los aspectos duales de la vida, como masculino y femenino, muestran estos dos aspectos. No hay un solo pensamiento, palabra, acción o evento que tenga lugar sin la actividad de estos dos; toda felicidad y éxito están en su armonía y cada caída y fracaso están en la falta de ella. El nacimiento de cada cosa y ser es causado por el encuentro de sus miradas, y la muerte y la destrucción son el resultado de su conflicto, cuando uno se funde con el otro y ambos pierden su poder. 

Continuará… 

Traducido por Yaqín Anda