Hazrat Inayat : El Fenómeno del Alma pt VII
Hazrat Inayat Khan continúa ahora su explicación del viaje del alma hacia la manifestación, pasando a través de los planos de existencia hasta que alcanza la vida en la tierra. En el último párrafo de esta entrega menciona a “Ghilman” y “Pari”, que se refieren a los habitantes masculinos y femeninos del plano de los jinn. La publicación anterior de la serie está aquí.
El alma trae a la tierra un espacio para su mente, ya preparado en un estado muy negativo, desde el mundo de los jinns; ese es el plano del que obtiene su alojamiento. Adquiere un cuerpo después de venir a la tierra, pero el espacio se llena más tarde, después del despertar del alma en el plano terrestre; es aquí donde el alma recoge todo. Por ejemplo, puede haber un niño que escuche atentamente la música, mientras que otro huye de ella; esto significa que este último no tiene el molde en el que está grabada la música. Aprenderá a apreciar la música más tarde si la escucha, pero con el primer niño el molde ya estaba hecho, y la música que escucha encaja fácilmente en ese molde.
El alma reuniendo impresiones construye primero el ser astral, luego atrae a ambos sexos hacia sí, manifestándose primero en el éter, el sentimiento; luego en el aire, el pensamiento; luego en el fuego, el deseo; manifestándose después en los elementos agua y tierra, reuniendo y agrupando la sustancia de ambos, eligiendo una arcilla adecuada para su formación. Generalmente el alma elige también su lugar de nacimiento y su familia. El alma hereda las cualidades del padre y la forma de la madre, en otros casos a la inversa; atrayendo la herencia del lado del padre y de la madre hasta que pisa la tierra como un infante.
Una madre al ver el crecimiento de su hijo, dice que ha ganado muchas libras. En realidad ha perdido otro tanto, pues el alma del niño ha producido de su naturaleza inmortal la inconsciencia mortal para experimentar la vida, y cuanto más se desarrolla la sustancia terrenal, más se pierde el ser celestial, más débil se vuelve y más disminuye el poder omnipotente.
El sexo se determinado en todos los planos donde el alma forma su vehículo; primero en el plano de la conciencia donde surge como fuerza dinámica o inteligencia, luego en el plano de lo abstracto como sonido o luz, que da poder al hombre y sabiduría a la mujer. En el hombre se manifiesta como influencia y en la mujer como belleza. En el plano espiritual se manifiesta como expresión y respuesta, lo que da al hombre la cualidad paternal y a la mujer la maternal.
¿Cuándo y por qué se produjo la diferencia de sexo en la manifestación? No se puede decir que el alma de la mujer o que el alma del hombre se haya hecho primero, ya que el alma no es ni masculina ni femenina. Cuando el alma llega al punto en el que surge la distinción de sexo, primero es masculina; luego, si desea volverse más fina, se convierte en femenina. Podemos ver en el grano de la almendra y otros frutos secos, que donde hay dos granos en una cáscara, la forma femenina se ha formado a partir del macho.
A veces decimos de los hombres y a las mujeres que se aman mucho que son dos partes de una sola alma; pero esto sólo puede decirse en el sentido de que todos somos partes de una sola alma. Entre el hombre y la mujer puede haber afinidades del plano angelical, del plano jinn y del plano físico; muchos y diferentes lazos y afinidades los atraen el uno al otro.
Todo este mundo de ilusión sólo puede ser producido por la dualidad. En realidad, no hay dos, sino uno. Para producir este mundo, el Ser único tuvo que convertirse en dos, y los dos tuvieron que ser diferentes. Tenemos dos ojos pero una vista, dos oídos pero una audición, dos fosas nasales pero una respiración. Según que el aliento fluya por una u otra fosa nasal, tiene cualidades y facultades distintas; pero es el mismo aliento.
Si sostenemos un espejo a la luz del sol y lo giramos, algunos de los destellos serán más intensos, otros más débiles; algunos, por tanto, positivos, otros negativos. Del mismo modo, los rayos de la conciencia difieren unos de otros en su energía desde el principio. Entonces el rayo, en su curso hacia la manifestación, se encuentra de inmediato con el alma masculina y femenina, y la impresión de lo masculino y lo femenino se hace en él. Puede tener grandes fuerzas creativas y, sin embargo, aparecer como mujer debido a esta impresión, o puede ser de calidad femenina y aparecer como hombre debido a la impresión que ha recibido. Cuando el alma llega al plano físico, su sexo depende de los padres, de los planetas y de la época.
El sexo que toma en el momento de la formación no se cambia más tarde. En el Ghilman y el Pari el sexo también existe, aunque en menor grado. Hemos pasado por el plano de Ghilman y Pari, pero no somos Ghilman y Pari; al igual que podríamos pasar por Alemania de camino a Rusia, pero no seríamos alemanes por haber pasado por ese país. Los que se instalan en el mundo de Ghilman y Pari, son Ghilman y Pari. No tienen ninguna inclinación o ningún poder para ir más allá.
Continuará…
Traducido por Inam Anda