Hazrat Inayat : The Phenomenon of the Soul pt X (Spanish version)

Hazrat Inayat: El Fenómeno del Alma pt X  

Hazrat Inayat comienza ahora a describir el viaje de regreso del alma. La publicación anterior de la serie está aquí.  

La condición del alma ordinaria, cuando abandona el cuerpo por primera vez, es de confusión, ya que antes de la muerte se ha dado cuenta de que está muriendo, pero en realidad sólo vive después de la muerte. Es como una persona que está viva pensando que está muerta. Mientras esta condición permanezca, el alma no va más allá; es este estado el que se llama purgatorio. Cuando el alma se ha dado cuenta de sí misma, cuando se ha dado cuenta de que sigue viviendo, entonces las nubes de confusión se dispersan y el alma se encuentra a sí misma junto con la atmósfera que le pertenece.  

Todas las almas vuelven a Dios, algunas con los ojos abiertos, otras a ciegas. Cada momento de esta vida es una oportunidad, cuyo valor es tan grande que todos los dolores, todos los problemas, todas las penas de la existencia serían un precio demasiado pequeño para un solo momento de vida. Es como si Dios lanzara dardos. Algunos alcanzan el punto al que estaban dirigidos, otros se quedan cortos, otros podrían llegar mucho más lejos de lo que el hombre está ahora.  

El ser de Dios es un ser perfecto. Las riquezas que las almas traen de la tierra, por el conocimiento o por cualquier otra cosa, no son ninguna adición a Dios; para Dios sólo significa que algo que estaba en la mano ha llegado al codo. ¿Qué diferencia hay? Todo es lo mismo. Sin embargo, es mejor que la cosa de la mano esté en la mano y no en el codo. Todo lo que se conoce en la tierra y en el cielo pertenece a Dios; ya existe y ya está en Él, el Ser perfecto.  

Ningún alma se siente atraída por lo que llamamos Satanás o el diablo. A nuestra alma no le gusta que hagamos lo que es malo para nosotros. A nuestra alma no le gusta que seamos antipáticos. Cada alma tiene en ella los atributos más elevados, y tiene una tendencia hacia la luz, y una tendencia hacia el despertar. Si no la tiene, hay razones para ello. O bien el alma ha reunido a su alrededor vibraciones que son indeseables; o no ha llegado a través del canal apropiado de manifestación y por lo tanto es débil; o se aferra a sus hábitos e ideas indeseables y no los deja ir. La condición del alma puede convertir cualquier lugar en el cielo. No sólo la tierra, sino incluso el infierno podría convertirse en cielo, si el alma alcanzara la perfección que es su única meta.  

A su regreso, el alma pasa por los mismos planos y estados que atraviesa en su camino hacia la manifestación, con todas las experiencias que ha adquirido en su vida en la tierra. Cuando llega está en blanco; cuando se va, se va con la experiencia que ha recogido. Las almas conservan su individualidad después de la muerte, ya que la individualidad no está hecha por el cuerpo físico; la individualidad está cubierta por el cuerpo físico. Cuando la cubierta desaparece, la individualidad aún permanece.  

Todo lo que el alma ha tomado prestado a través de la manifestación, vuelve a su origen. Es natural que el cuerpo físico sea lo que le corresponde a la tierra, y cuando se devuelve a la tierra, es como devolver al niño a los brazos de su madre. Es un proceso muy natural. El alma no se marchita ni se desgasta, sino que lo que ha reunido a su alrededor en la tierra, lo que ha imaginado ser, todo lo que ha tomado del plano inferior, se marchita y se desgasta, no su verdadero ser sino su falso ser.  

El que no llega a la realización de Dios en esta vida, llegará a ella en el camino hacia la meta. Tal vez sea más fácil allí, pero es mejor hacer todo lo que se pueda en la tierra. Nada de lo que realmente valoramos podemos dejarlo para mañana. Lo que uno pospone no lo valora lo suficiente.  

Continuará  

Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jauregui  

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