Aquí está la segunda parte de una conferencia dada por Hazrat Inayat Khan en Chicago en 1926. La charla comienza aquí, y continuará en una tercera publicación.
Hazrat Inayat: El alma, su origen y desenvolvimiento, 2ª parte.
Y ahora llegamos a la idea de la concepción mística del alma. El místico ve un desarrollo de la vida material, de la roca a la planta, de la planta al animal y del animal al cuerpo físico humano. Esta es una cosa, es una parte. Y luego hay otra cosa, y ella es el espíritu divino, la luz, la inteligencia, la conciencia total. Una cosa la hace la tierra, la otra la hace el cielo. Es ese sol, el espíritu divino que brilla y proyecta sus rayos. Cada rayo se convierte en un alma. Por lo tanto, no es cierto cuando alguien dice que el ser humano ha salido de un mono. Llamándolo una mejora de la materia, está degradando el espécimen más fino de la naturaleza que Dios ha creado. Es una concepción materialista y limitada. El alma viene directamente del espíritu divino. Es la inteligencia en sí misma; es la conciencia. Pero no la conciencia que conocemos, porque nunca experimentamos la existencia pura de nuestra conciencia. Lo que sabemos de nuestra conciencia es de lo que somos conscientes y, por lo tanto, solo conocemos el nombre ‘conciencia’. Pero en realidad no sabemos lo que significa la conciencia. No hay diferencia entre la inteligencia pura y la conciencia. Llamamos conciencia de inteligencia pura cuando esa inteligencia es consciente de algo. Pero al mismo tiempo, de lo que somos conscientes es algo que está ante nosotros. No somos eso. Somos el ser que es consciente, no de lo que somos conscientes. Pero el error es que nos identificamos con lo que vemos, porque no nos vemos a nosotros mismos. Por lo tanto, naturalmente el ser humano llama ‘sí mismo’ a su cuerpo, porque no se conoce a sí mismo. Como no puede encontrarse a sí mismo, con lo que se identifica es con su cuerpo. En realidad, el ser humano no es su cuerpo, el ser humano es su alma. El cuerpo es algo que el ser humano posee. Es su herramienta, su instrumento con el que experimenta la vida. Pero el cuerpo no es él mismo. Como se identifica con su cuerpo, naturalmente dice: “Vivo”, “muero”, “estoy feliz”, “estoy descontento”, “he caído”, “he resucitado”. Todas las condiciones de su vida limitada y el cambiante cuerpo lo hacen pensar: “Yo soy esto”. De esta manera, pierde la conciencia del aspecto siempre cambiante de su propio ser.
El alma, por lo tanto, es el rayo que, para experimentar la vida, necesita este instrumento, este vehículo, y ese vehículo es el cuerpo y la mente. Por lo tanto, la otra palabra que usamos en nuestro lenguaje, espíritu, podemos también llamarlo alma, con sus dos vehículos, cuerpo y mente. A través del cuerpo experimenta condiciones externas; a través de la mente, experimenta las condiciones internas de la vida. Por lo tanto, el alma experimenta dos esferas, la esfera física y la mental: la esfera mental a través de la mente y la esfera física a través del cuerpo y sus cinco sentidos.
Ahora, cuando llegamos a la evolución del mundo según el punto de vista del místico, veremos que no es el ser humano el que ha venido de la planta, animal y roca, sino que él ha tomado su cuerpo, su instrumento físico de la roca, del animal, de la planta. Pero él mismo ha venido directamente del espíritu y está unido directamente al espíritu. Él es, será y siempre está por encima de este instrumento que ha tomado prestado de la tierra. En otras palabras, hablando claramente, el ser humano no es el producto de la tierra, el ser humano es el habitante de los cielos. Es su cuerpo el que ha tomado prestado de la tierra. Debido a que ha olvidado su origen, el origen de su alma, él ha tomado el origen de la tierra que es solo el de su cuerpo, y no el origen de su alma.
Y ahora llegamos a la ley de la gravitación. Muchos dicen que es una nueva teoría que no era conocida por los pueblos antiguos. Digo que la ley de la gravitación fue explicada miles de años antes, incluso por Buda. Y cuando llegamos a leer el Corán, encontramos allí un sura donde dice que, “El alma ha venido de Dios y está atada a él”. * Lo que la ciencia dice hoy es que el cuerpo de arcilla, que ha venido de la tierra, es atraído por la tierra debido a la ley de la gravitación. La tierra atrae a la tierra. Pero los profetas, místicos, videntes y sabios siempre supieron y enseñaron: “el alma es atraída por el espíritu”. En otras palabras, el cuerpo es atraído hacia la tierra y el alma, por la ley de la gravitación, hacia el espíritu. Cuando una persona no está consciente de esto, entonces solo conoce una atracción, la atracción que proviene de la tierra. Entonces ella no sabe de la otra atracción y esto no ayuda a liberar al alma, porque el alma se siente naturalmente atraída por el espíritu.
Amigos, si fuera una virtud ser espiritual, yo sería la primera persona en rechazarla, si fuera solo una virtud. Pero es la mayor necesidad del alma; no puedes evitarlo. Muy a menudo las personas piensan: “¿Es necesario ser espiritual? ¿Qué ganamos con esto?”. No necesitas ganar nada con esto, pero es una atracción natural; no puedes evitarlo. Aquellos que son conscientes de ello comienzan a buscarlo. Aquellos que no son conscientes de ello, se sienten atraídos inconscientemente por algo que no conocen.
Durante mis viajes de tantos años por Oriente y Occidente, conocí personas muy inteligentes, tal vez para nada religiosas, que no estaban interesadas en temas espirituales, y sin embargo, después de un tiempo me familiaricé con ellas. ¿Qué encontré? Que hay una búsqueda secreta. Exteriormente está pasado de moda pensar en la espiritualidad, pero internamente están todo el tiempo buscándola. En Francia, las escuelas han borrado de los libros de texto el nombre de Dios y cualquier mención sobre religión. Sin embargo, llegan científicos que después de toda investigación científica comienzan a pensar en estas cosas. No pueden evitarlo. Ellos mismos quisieran eludirlo, pero no pueden evitarlo. Cuando las personas preguntan: “En sus viajes, ¿cómo encuentra la respuesta en el mundo occidental?”, Les digo: “Ya sea en el oeste, el este o el norte o el sur, hay una búsqueda en todo ser humano. Quizás ellos no lo sepan, pero cada ser humano en el mundo es mi cliente. Todos tienen interés, tan pronto les cuentas sobre la vida y su lado más profundo. Sin duda, algunos están durmiendo, algunos están medio despiertos y otros a punto de despertarse. Esas personas, que están a punto de despertarse, es a ellas a quienes se debe ayudar.
Aquellos que están medio despiertos, déjalos despertar. Ellos verán. Y aquellos que duermen, después de dormir, se despertarán y lo buscarán. Es cruel despertar a una persona y hablarle. Si no le importa la comida, que duerma. Cuando se despierte, sentirá hambre, pedirá comida. Ese es el momento de ofrecerle.
Continuará…
* Aunque esta oración está de acuerdo con muchos pasajes del Corán, no hay un sura que corresponda exactamente con esta redacción.
Traducido por Juan Amin Betancur
Quizás el mundo sería diferente si la espiritualidad fuera tenida en cuenta en las escuelas y colegios tanto como las matemáticas, geografía, o historia. Esperemos que así sea en un tiempo no muy lejano. Maravilloso texto, muchas gracias Murshid y Amín.