Hazrat Inayat: El Alma, De Dónde y Hacia Dónde pt XIII
Desde el principio de esta serie, Hazrat Inayat Khan ha estado describiendo el viaje del alma hacia la manifestación. Con esta entrega concluye esa parte, y en los siguientes hablará de la manifestación propiamente dicha. La publicación anterior de la serie está aquí.
Las almas que son impresionadas en el mundo de los jinns por las personalidades de aquellos que encuentran en su camino hacia la manifestación reciben diferentes tipos de impresiones. Algunas quedan profundamente impresionadas por una personalidad, y otras quedan ligeramente impresionadas por una personalidad. Algunas almas reciben muchas impresiones en ese plano, y apenas puede distinguirse qué impresión tiene más efecto y cuál menos. Sin embargo, sin duda es verdadero que en cada alma predomina una impresión. El alma, por así decirlo, concibe esta impresión; una impresión que no es sólo el contorno de la personalidad que la impresiona, sino que es la esencia misma de esa personalidad. Un alma no puede compararse con un objeto, porque el alma es toda la vida que hay; por lo tanto, no sólo toma una impresión como una placa fotográfica, sino que se nutre de ella. El alma es creativa; por eso expresa todo lo que ha absorbido en su camino.
A la pregunta de si un jinn es enviado a la tierra con una misión para los seres humanos, se puede responder diciendo que, ya sea ángel, jinn u hombre, todos están destinados a desempeñar su papel en el esquema de funcionamiento de todo el universo; y todos son utilizados por la sabiduría de Dios para el propósito para el que fueron creados. No hay duda de que los ángeles están destinados principalmente a los cielos angélicos y los jinns a la esfera de los jinns, pero en una casa los habitantes del segundo o tercer piso son enviados a veces a la planta baja para llevar un recado cuando es necesario. Lo más destacable que se nota en todos esos planos de existencia es que los seres de estos planos separados no son aprisionados allí por el Creador. Ellos mismos se vuelven cautivos, así como un hombre que vive en una aldea pasa toda su vida en el mismo lugar, y cuando le cuentan la historia de una comarca vecina, es otro mundo para él. Nunca intenta salir de su pueblo, y la comarca vecina le resulta extraña. Él ha oído el nombre del pueblo vecino durante toda su vida, pero nunca ha intentado visitarlo.
Es esta naturaleza del alma, que surge de su ignorancia, la que limita lo que es, de hecho, ilimitado. ¿Cómo se comunica el alma de un jinn con los seres humanos de la tierra? Se concentra en el corazón del hombre, y experimenta todo lo que el hombre experimenta, y sabe todo lo que el hombre sabe. Es fácil para un jinn hacer esto, porque su mente es clara como el cristal, y puede acomodar y reflejar todo lo que cae dentro de su rango de visión.
Uno podría preguntarse: “¿Si las almas que regresan de la tierra dan su experiencia a las almas que vienen de arriba, qué dan las almas que vienen de arriba a las almas que regresan? Ellas también pueden hacer una gran labor pues conocen los caminos olvidados por los que han viajado recientemente y las leyes y costumbres de la ruta que las almas en viaje de regreso necesitan aprender. Además de esto, les dan esa luz y esa vida que son necesarias para esas almas agotadas y marchitas, que probablemente han entregado la mayor parte de sí mismas al siempre asolador y opresor plano terrestre. De esta forma, un hombre es ayudado en el camino hacia su meta por el alma que encuentra en su viaje de regreso.
A la pregunta de cómo pueden los jinns ayudar al hombre en la tierra, se puede responder diciendo que son capaces de inspirararlo, no con un conocimiento definido de las cosas, sino con el sentido del conocimiento; especialmente del conocimiento del arte, la belleza, el tono y el ritmo; con el conocimiento de la naturaleza inventiva, y a veces con un sentido del conocimiento que puede ayudar a realizar grandes cosas en la vida. Pero, aunque se encuentren como habitantes de países diferentes, que no conocen el idioma, es el idioma del corazón el que se convierte en el medio de comunicación; el corazón habla con el corazón, y el alma habla con el alma.
Continuará…
Traducido por Inam Anda