Hazrat Inayat : The Soul, Whence and Whither? pt XXIV (Spanish version)

Hazrat Inayat: El Alma, ¿De Dónde y Hacia Dónde? Parte XXIV 

Hazrat Inayat Khan continúa con su explicación de los akashas o capacidades, los cuales sirven para cumplir el propósito de la manifestación. La publicación anterior de la serie está aquí. 

Los órganos de los sentidos son los akashas o capacidades de naturaleza más burda y más fina. Cuanto más fino es el órgano, más percepción tiene, lo burdo le quita al órgano su poder de percepción. 

Esto demuestra que el cuerpo puede compararse a una casa de cristal hecha de espejos. En lengua persa, los poetas lo han llamado Aina Khana, que significa “templo de espejos”. El ojo es como un espejo ante todo lo visible; refleja todo lo que ve. Los oídos son la capacidad (el espacio) para el eco de todo sonido que incide sobre ellos; en otras palabras, son el espejo de todos los sonidos. Los sentidos del tacto y del gusto son más burdos que los sentidos de la vista y del oído. Al mismo tiempo, su naturaleza es la misma; todos los diferentes sabores dulces, agrios y salados, y la sensación de calor y frío, son percibidos por ellos, y son como espejos en los que se reflejan el gusto y el tacto. Por lo tanto, al igual que uno se ve reflejado en el espejo, este cuerpo es un espejo en el que se refleja y se aclara toda experiencia de la vida exterior. Si el espejo está polvoriento, no refleja la imagen con claridad, por lo que la experiencia de la vida no es clara cuando el cuerpo no se cuida desde el punto de vista espiritual. 

Los sufis dicen que el cuerpo es el templo de Dios; pero la interpretación correcta de este dicho debería ser que el cuerpo está hecho para ser el templo de Dios; un templo no puede ser llamado templo de Dios si Dios no es traído y colocado allí. Por lo tanto, es natural que cuando un alma se siente deprimida haya algo mal en el vehículo. Cuando el escritor desea trabajar y el bolígrafo no está en orden, le molesta; no hay nada que le pase al escritor; es el bolígrafo el que no está bien. Ninguna molestia proviene del alma; el alma es feliz por naturaleza; el alma es la felicidad misma. Se vuelve infeliz cuando algo le pasa a su vehículo, que es su instrumento, su herramienta, con la que experimenta la vida. El cuidado del cuerpo, por lo tanto, es el primer y más importante principio de la religión. La piedad sin este pensamiento tiene poca importancia. 

El alma se manifiesta en este mundo para que pueda experimentar las diferentes fases de la manifestación, y sin embargo no pierda su camino y se pierda, sino que pueda alcanzar su libertad original, además de la experiencia y el conocimiento que ha adquirido en este mundo. Los diferentes ejercicios que los sufis y los yoguis realizan para permitir que la mente y el cuerpo experimenten la vida más plenamente, ejercicios como el ayuno, la postura, el movimiento, todos ellos ayudan a entrenar el cuerpo, para que pueda convertirse en un vehículo adecuado para la experiencia de la vida. Los fenómenos sobrenaturales, como la psicometría, el sentir la atmósfera de los lugares, de los objetos, de las personas, surgen cuando el cuerpo también está preparado para ello. 

Una persona puede ser inteligente, astuta, culta, buena o piadosa y, sin embargo, su sentido de la percepción puede no estar totalmente despierto. Hay que recordar como primer principio de la vida que la manifestación estaba destinada a una observación más aguda de la vida interior y exterior. 

Continuará… 

Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J. 

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