Hazrat Inayat: The Word and Daily Life (Spanish translation)

Muchas escrituras santas entregan evidencia del poder de la palabra, ¿pero a dónde se ha ido el conocimiento de esa ciencia, tan bien conocida por los profetas de todos los tiempos? La ciencia de la palabra se ha perdido para la mayoría de la humanidad. La razón de esto es que el ser humano se ha ocupado con las cosas de la tierra, y así ha perdido el arte antiguo. Al perder esa gran ciencia, ese secreto místico, ¿qué ha alcanzado el alma? El alma ha alcanzado una sordera creciente, y esta sordera aumenta a medida que prevalece la vida más material. Sin embargo, en cada período ha habido algunos pensadores, algunos servidores de Dios, trabajando en forma conocida o desconocida, para quienes siempre fue claro que la palabra se perdió, lo que significa que el secreto de toda la vida se perdió.

Esto, por supuesto, es una exageración. La palabra que existe no puede perderse, pero el ser humano ha perdido su capacidad de conocer, de escuchar esa palabra. El ser humano ya no escucha la palabra del cielo, la escucha de la tierra. El resultado fue el gran despertar y progreso de la ciencia material. Todos los grandes inventos de este tiempo, que son como milagros, han venido de grandes mentes que se han, por así decirlo, comunicado con la materia, y la materia ha hablado con ellos cara a cara. Entonces, la palabra no se perdió; es la dirección la que se perdió.

El ser humano aprende continuamente del mundo objetivo para construir cosas que puede tocar y hacerlas inteligibles, pero está siempre incrédulo en asuntos que no son inteligibles. De esta manera se ha alejado bastante de la parte principal del misterio de la vida. Sin embargo, si en alguna época de la historia del mundo el ser humano ha sondeado la profundidad de la vida, ha encontrado lo que buscaba comunicándose con la vida interior, en la expresión artística y en la comunicación con los cielos. ¿Y qué es esa comunicación? Es la palabra.

Cuando el profeta Mahoma sintió la necesidad de comunicarse, salió del pueblo y se quedó a solas en la cima de la montaña, a veces ayunando o estando de pie, y quedándose allí noche y día durante dos o tres días. ¿Qué encontró al final? Encontró que una voz comenzó a hablarle, una voz en respuesta al llanto de su alma. Su alma, por así decirlo, avanzó traspasada a través de todos los planos de existencia, y tocó la fuente de todas las cosas. ¿Pero cómo llegó la respuesta y en qué forma? La respuesta llegó desde todas las cosas: del viento, del agua, de la atmósfera, del aire; todo traía la misma respuesta.

Esta experiencia no está limitada a cierta persona o a cierta época. En nuestra vida cotidiana hay momentos en que llega la tristeza, y parece que todo en el mundo, incluso la voz de bestias y aves, causa tristeza. Luego de nuevo llega la hora de dicha profunda; en ese momento el sol ayuda a dar alegría, e incluso las nubes que cubren el sol también dan dicha. El frío, el calor, el amigo, el enemigo, todo ayuda a dar dicha.

Este mundo para el místico es como un domo, un domo que hace eco de todo lo que se habla debajo de él. Lo que se habla desde los labios alcanza solo tan lejos como los oídos, pero lo que se habla desde el corazón alcanza el corazón. La palabra alcanza tan lejos como puede y eso depende de qué fuente ha venido y de qué profundidad ha surgido. Los sufis de todas las épocas le han dado por tanto la mayor importancia a la palabra, sabiendo que la palabra es la clave para el misterio de la vida en su totalidad, el misterio de todos los planos de existencia. No hay nada que no pueda ser logrado, no hay nada que no pueda saberse por el poder de la palabra, que no pueda ser alcanzado o sabido a través del poder de la palabra. Por tanto, el tema central de esoterismo o misticismo es la palabra.

¿Pero qué es la palabra? ¿Es la palabra solo lo que hablamos? ¿Es esa la palabra? No, esa es solo la superficie de la palabra. Nuestro pensamiento es una palabra, nuestro sentimiento es una palabra, nuestra voz ,nuestra atmósfera es una palabra. Hay un dicho: ‘Lo que eres habla más alto que lo que dices’. Esto muestra que incluso cuando la persona no habla, su alma habla. ¿Y cómo leen los adivinos el futuro? Lo escuchan. Dicen que lo leen por las líneas de la mano, por la astrología o por las acciones de las personas. ¿Pero qué es todo esto? Todo es una palabra. Porque palabra significa expresión, expresión en voz, en palabra, en forma, en color, en línea, en movimiento. Es en esto que vemos que todo está unido en el lado esotérico del misticismo. Por supuesto, mucha gente en occidente ha dicho que para ellos es muy difícil llevar una vida meditativa en la actividad de su mundo: tienen tantas responsabilidades y ocupaciones. Mi respuesta a esto es que por esa misma razón ellos necesitan más meditación.

He escuchado a muchas personas decir que tienen el deseo más grande de dedicar su tiempo y pensamiento a las cosas espirituales, pero que debido a que no han alcanzado una forma de vida que les libere su mente para atender a estas cosas, creen que no pueden dedicarse a nada espiritual. Y veo lo razonado de su argumento, pues es muy cierto que en este mundo, como es la vida hoy día, es difícil moverse sin dinero. Aparte de las cosas materiales, incluso en las cosas espirituales no se puede hacer algo sin dinero. Si fuera yo a dar una conferencia y no tuviera salón para darla, no lo podría hacer. Y si no hubiera avisos en los periódicos nadie sabría de la conferencia y quizás solo dos o tres personas serían lo suficientemente amables para venir y escucharme. Es entonces natural que alguien piense así, no es para culparlo. Pero al mismo tiempo, cuando lo miramos desde un punto de vista diferente, vemos igualmente que cada momento que se pierde en espera de tener tiempo para el logro espiritual es la mayor pérdida concebible. Y además, podemos seguir pensando: ‘Vendrá el día en que cambiaré mi vida y me dedicaré a algo más elevado, espiritual’, y ese día nunca llegará. Lo debemos hacer hoy, justo ahora, en vez de decir: ‘Mañana lo haré’. De otra manera, nos arrepentimos.

La vida se asimila, el tiempo pasa. Horas, meses y años se escurren antes de darnos cuenta que lo hicieron. Y para quien entiende el valor del tiempo, el logro espiritual viene primero. Como dijo Cristo: ‘Buscad primero el reino de Dios y todo lo demás se os dará por añadidura’. No digo: ‘Suelta todo para perseguir el logro espiritual’. El logro espiritual no nos priva de ganancias materiales. Solo debemos mantener presente que las cosas espirituales van primero. Y para ser espiritual no es necesario renunciar a las cosas mundanas, a todo lo que es bueno y hermoso y valioso desde el punto de vista del mundo material. Salomón con toda su riqueza no fue menos sabio. No necesitamos renunciar a todo lo que tenemos para volvernos espirituales. Si pensáramos eso, sería una gran lástima. Pero esperar diciendo: ‘Esperaré hasta que mi barco llegue, luego me volveré espiritual’, ¿y quién sabe cuándo llegará el barco? Nunca es muy tarde para comenzar en el camino espiritual, pero al mismo tiempo nunca es demasiado temprano. Lo mejor, por lo tanto, es que en el momento en que pensemos, ‘ya es tarde, debo comenzar’, deberíamos comenzar e ir y pasar todas las pruebas y ensayos de este camino, confiados en que no hay nada que no podamos lograr una vez hayamos tomado el camino espiritual.

from: The Power of the Word, chap. IV
The Sufi Message series vol. II: The Mysticism of Sound and Music
Tr. Juan Amin Betancur

One Reply to “Hazrat Inayat: The Word and Daily Life (Spanish translation)”

  1. Takbir

    Buscad primero el reino de Dios y todo lo demas se te dara por anadidura. Nunca es tarde para empezar en el camino espiritual y el poder de la palabra.

    Mensajes sencillos y a la ves tan profundos. Tan sencillo deberia ser su aplicacion y que tan dificil en realidad se convierte esa tarea.

    Nos dejamos llevar por la densidad de la tierra y conquistar por el mundo material, por ese coqueteo diario del Yo con lo mundano y perdemos el rumbo.

    El universo es infinitamente abundante y sin embargo le ponenos limite nosotros mismos.

    Lo hacemos a diario con la palabra, construimos frases limitantes, sin darnos cuenta y sin estar concientes que el universo si nos escucha.

    Esta hermosa lectura es una invitacion, como lo es cada post en el Inner Call a cambiar esa realidad limitante por una realidad infinitamente abundantev y lo mejor en la compania y guia de infinito amor de Dios.

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