Hazrat Inayat : Toward the goal pt X (Spanish version)

Hazrat Inayat: hacia la meta (pt. X) 

Hazrat Inayat Khan da una mayor descripción del mundo de la mente que espera al espíritu en su viaje de regreso. La publicación anterior de la serie se encuentra acá. 

La vida en la esfera jinn es la manifestación de la mente; la mente no es la misma allá, con todos los pensamientos e imaginaciones que lleva desde la tierra a ese plano. La mente, que es una mente en la tierra, es el ser total allá en el viaje de retorno. Los pensamientos son imágenes mentales acá, pero realidades allá. Uno piensa acá, pero la misma acción allá, en lugar de pensamiento se vuelve un hecho; pues la acción acá depende del cuerpo físico, mientras que allá es el acto de la mente. 

Hay un cuento que ilustra esta idea. Estaba una vez de viaje un hombre que había escuchado sobre la existencia de un árbol de los deseos; y se encontró una vez bajo la sombra de un árbol que le resultó reconfortante y fresco, así que se sentó apoyándose en él. Se dijo a sí mismo, “qué bella es la naturaleza; cuán refrescante es la sombra de este árbol, y la brisa es de lo más estimulante; pero desearía una alfombra suave en la que sentarme y algunos cojines para apoyarme”. Tan pronto como pensó en ello, se vio sentado en medio de unos mullidos cojines. “Qué maravilla”, pensó, “tener todo esto”. Pero luego pensó, “si tan solo tuviera un vaso de agua refrescante”, y entonces llegó un hada con el más delicioso vaso de refrescante agua. Él lo disfrutó, pero dijo, “yo quisiera una buena cena”. Apenas pensó en la cena, le trajeron una bandeja de oro, con platos de todo tipo bellamente dispuestos. Entonces él pensó: “si yo tuviera un carruaje, que me llevara por el bosque”, cuando una carroza de cuatro caballos ya estaba lista, con el cochero saludándolo con la cabeza inclinada. Él pensó: “todo lo que deseo llega sin esfuerzo alguno. Me pregunto si será verdadero, o es todo un sueño”. Tan pronto como pensó esto, todo desapareció, y se encontró a sí mismo sentado sobre el mismo suelo apoyándose contra el árbol. 

Este es un retrato del mundo espiritual. Es el mundo del optimista. El pesimista no participa de esta gran gloria, pues se niega a aceptar la posibilidad, que es la naturaleza de la vida. Entonces se niega a sí mismo todo lo que desea, incluso la posibilidad de conseguir sus deseos. 

El pesimista permanece en su propia perspectiva, frustra su propio propósito, aquí e incluso más en el más allá, donde el deseo es la semilla que se siembra en el suelo del mundo espiritual. El optimismo es el agua que nutre la planta; pero la inteligencia al mismo tiempo da la luz que ayuda a la planta a florecer sobre la tierra, así como en la esfera de los jinn

Continuará… 

Traducción por Vadan Juan Camilo Betancur Gómez 

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