Hazrat Inayat: Hacia la Meta pt XII
Después de haber comenzado su descripción de la experiencia en el reino angélico del alma que regresa a la fuente, en la publicación anterior, Hazrat Inayat Khan amplía ahora el tema, dando una idea de cómo las almas que regresan ayudan a afinar las almas que comienzan su viaje de ida.
¿Qué cuerpo tiene el alma en el cielo de los ángeles? Aunque el alma continúa en la esfera de los jinns con un cuerpo parecido al que tenía mientras estaba en la tierra, ha sufrido un enorme cambio en su cuerpo y forma mientras estaba en la esfera de los jnns; y cuando el alma llega a los cielos angélicos se produce un cambio aún mayor, pues allí se convierte en un ser luminoso. Su cuerpo consiste entonces en resplandor; es la luz misma. La diferencia es que la luz, tal como la entendemos en el plano físico, tiene otro carácter. Aquí es visible, pero allí es luz y vida a la vez, de modo que la luz es audible y visible, además de inteligente.
Se podría decir que el cuerpo físico también es inteligente; lo es. Es su inteligencia lo que llamamos sensibilidad; pero el cuerpo en la esfera de los jinns es aún más inteligente, y el cuerpo que permanece en los cielos angélicos es aún más inteligente. Se le puede llamar la Inteligencia misma.
La vida de las almas en los cielos angélicos es incomparablemente más larga que la vida de las que están en la esfera de los jinns. Ya no tienen deseos, ni ambiciones, ni afanes; sólo aspiran a llegar más lejos, a experimentar mayor felicidad y a acercarse más a esa luz que ahora tienen a la vista. Vuelan alrededor de esta luz como la polilla alrededor de la linterna; la “linterna mágica”, que es la búsqueda de todas las almas, está ahora dentro de su horizonte. Nada les atrae más que esta luz que arde continuamente ante ellos. Viven, se mueven y tienen su ser en esta luz divina. ¿Tienen algo que ofrecer a las almas que van hacia la manifestación? Sí, sus sentimientos. ¿De qué manera los ofrecen? Las almas que vienen de la fuente y van hacia la tierra son sintonizadas por ellos y ajustadas a un ritmo determinado. Es esta ofrenda la que determina el camino que seguirán en el futuro. Los sufíes llaman azal a ese día de sintonización, el día en que se diseñó por primera vez el plan de la vida de esa alma en particular.
No es necesariamente una sola alma la que impresiona al alma que viene a la tierra, con su afinación y ritmo, con sus sentimientos y sensaciones; muchas almas pueden impresionarla; pero hay una impresión que es dominante. ¿Se establece algún vínculo o conexión entre las almas que dan y toman una de la otra? Hay un vínculo de simpatía, un sentimiento de amor y amistad, una impresión de dicha, que un alma lleva consigo incluso hasta su lugar de destino en la tierra.
Continuará…
Traducido por Inam Anda