Hazrat Inayat : ¿Qué es un Sufí? pt. VI
Habiendo hablado en publicaciones anteriores sobre la iniciación y sobre las prácticas que se dan a un murid, Hazrat Inayat Khan habla ahora sobre la actitud y la disciplina que lo ayudarán a progresar hacia la meta.
Mientras se es discípulo, se debe adoptar el hábito de la disciplina, que hace al murid ideal. La abnegación es la religión principal, y esto sólo puede aprenderse mediante la disciplina. Es tan necesaria en el camino del discípulo como para un soldado en el campo de batalla; en ausencia de ella, el murid se aferra a lo mismo que desea aplastar al tomar la iniciación. ‘La maestría está en el servicio, y es el siervo el único que puede ser maestro’.
También se debe tener una actitud respetuosa hacia el Murshid. No se trata de elevar el honor del maestro a sus propios ojos o a los ojos de los demás. Se trata de aprender una actitud respetuosa teniéndola primero hacia quien la merece. El murid podrá entonces desarrollar en su naturaleza el mismo respeto hacia todos, como una niña pequeña que jugando con una muñeca aprende la lección de la maternidad. Respetar a otro significa disminuir de nosotros mismos tanta vanidad, que es el único velo entre el hombre y Dios.
Durante el período de aprendizaje, la sobriedad, una mente ecuánime, el hábito de la seriedad, la regularidad en todas las cosas, la diligencia, un deseo para la soledad, una conducta reservada, la manera modesta y sencilla, una vida pura, y las meditaciones espirituales diarias ininterrumpidas, son deseables para el murid.
El sufí es el estudiante de dos mundos, el mundo interior y el mundo exterior. El mundo interior equivale a lo que popularmente se denomina “el otro mundo”, debido a la creencia generalizada de que el tiempo es el factor más importante; que tenemos una vida ahora y otra vida en otro momento. El sufí sabe que no es así. El mundo exterior tiene dos aspectos, el mundo social en el que estamos situados, y el mundo más grande, que es asunto de la historia, pasada, presente o profética. Al mundo interior sólo puede entrar el propio estudiante, aunque puede aprender sobre él como “esoterismo”, un tema que también tiene dos aspectos, el de las fuerzas de la mente y el de la luz divina. Esta última es la verdadera meta de la indagación del sufí, es su Shekinah, y es su Sanctasanctórum.
Continuará…
Traducido por Inam Anda