Hazrat Inayat: La Reconstrucción del Mundo pt III
Hazrat Inayat Khan concluye aquí este tema, instándonos a aprender el arte de la vida para promover la necesaria reconstrucción del mundo. La publicación anterior está aquí
No quiero decir que cualquier esfuerzo, sea cual sea, hacia la reconstrucción o hacia el mejoramiento de las condiciones no valga la pena. Pero lo que más se necesita es que entendamos que la religión de las religiones y la filosofía de las filosofías es el auto conocimiento. Nunca entenderemos la vida exterior si no nos entendemos a nosotros mismos. Es el conocimiento de uno mismo lo que da el conocimiento del mundo. El político, el estadista, por muy calificado, discutirá asuntos por años y años, pero nunca llegará a una conclusión satisfactoria a menos que entienda la psicología de la vida y de la situación. Y así el educador probará nuevos esquemas, pero nunca llegará a una conclusión satisfactoria a menos que tenga un conocimiento psicológico de la vida, el conocimiento que le enseñe a él la psicología de la naturaleza humana. Pero por psicología no quiero significar lo que generalmente se entiende por esta palabra; me refiero a la comprensión del yo, la comprensión de la naturaleza y del carácter de la mente y del cuerpo
¿Qué es la salud? La salud es orden. ¿Y qué es el orden? El orden es música. Donde hay ritmo, regularidad y cooperación, existe armonía, hay solidaridad. La salud de la mente y del cuerpo dependen por lo tanto de la conservación de esa armonía, de conservar intacta esa solidaridad que existe entre la mente y el cuerpo, La vida en el mundo y especialmente como la vivimos en medio de la multitud, pondrá a prueba nuestra paciencia a cada instante del día y será muy difícil conservar esa armonía y esa paz que son el todo de la felicidad. ¿Pues cuál es la definición de vida? La vida significa luchar con amigos y combatir a los enemigos. Es un continuo dar y recibir.
¿Y dónde vamos a aprender esto? Toda la educación, el aprendizaje y el conocimiento son adquiridos, pero este arte es arte divino y el hombre lo ha heredado. Por estar absorto en el aprendizaje externo lo ha olvidado, pero es un arte conocido por el alma; es su propio ser; es el conocimiento más profundo que tiene en su corazón. Ningún progreso en ningún sentido que el hombre tenga le dará la satisfacción que su alma anhela, excepto el que es el arte de la vida, el arte de ser, la búsqueda de su alma.
Para promover la reconstrucción del mundo lo único posible y necesario, antes de tratar de servir a la humanidad, es aprender el arte de ser, el arte de la vida, para uno mismo y para servir de ejemplo a los demás.
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel