Orando por los difuntos 

Recientemente celebramos el día del Visalat, el 5 de febrero, el día en el que Hazrat Inayat Khan dejó este mundo, y entre los sufís este momento de transición es llamado a veces “la boda” porque el alma del santo viaja jubilosamente a la casa del Amado. Por lo tanto, un Urs es considerado una ocasión para dar gracias y celebrar. 

En contraste, todas las tradiciones religiosas recomiendan oraciones por las almas de los difuntos, pidiendo que sean guiados, protegidos, sanados y perdonados por sus faltas y errores. Esto suscitó el cuestionamiento de un amigo, que preguntó, “¿Por qué decimos esas oraciones, si el alma está yendo a casa?” 

La respuesta breve es que esto depende de nuestra condición cuando dejamos esta vida física. Para el alma despierta, que sabe por experiencia interior justamente de dónde venimos y hacia donde debemos regresar, la muerte física podría decirse que no es más que el despojarse de un vestido viejo. Como dijo Mevlana Rumi hablando desde un nivel de comprensión muy elevado, “¿Cuándo he sido menos por morir?” 

Sin embargo, para alguien sin este conocimiento, – queriendo decir por ello no conceptos y aprendizaje académico, sino el reconocimiento de la Verdad que elimina todos nuestros supuestos del “yo” – el paso fuera de este mundo físico puede ser temeroso y confrontador. Al caer los velos de ilusión a los que nos hemos aferrado, puede ser impactante ver los registros de nuestra vida: los falsos apegos, las decepciones de otros y de nosotros mismos, los dones desperdiciados, y todo lo restante. Un niño puede construir un castillo de arena en la playa, pero cuando llega la marea se desvanece toda la edificación. Entonces puede haber lágrimas. En ese momento las oraciones de aquellos que están aún en la tierra pueden ser útiles, dando una atmósfera de consuelo y amor, y guiando al espíritu para tomar la dirección correcta. 

Debido a la pandemia, muchos alrededor del mundo están teniendo que enfrentar la muerte inesperada de amigos y seres queridos, que frecuentemente están muriendo en soledad, sin el consuelo de caras conocidas acompañándolos tanto como sea posible en ese trance. Por lo tanto, puede ser útil tener en mente esta oración para la muerte, tomada del Servicio Culto Universal para los difuntos. 
¡O Tu!, la causa y efecto 
de todo el Universo, 
La Fuente de la que hemos venido 
y la meta hacia la que estamos destinados: 
Recibe en tus paternales brazos esta alma 
que viaja hacia Ti. 
Que Tu Mirada de perdón sane su corazón. 
Elévala desde la densidad de la tierra, 
Rodéala con la Luz de Tu propio espíritu. 
Asciéndela al cielo, que es su verdadera morada. 
Te pedimos le asegures la bendición de  
Tu más exaltada presencia. 
Que su vida sobre la tierra se convierta  
en un sueño de su ya despierta alma,  
Y permite que sus sedientos ojos mantengan  
La gloriosa Visión de Tu sol. 
Amen 

Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel