Rabia: Las buenas acciones de la muerte
Rabia al Adawiyya (714? – 801 CE) nació en Basora, Irak, y por eso a veces se le llama Rabia al Basri. Provenía de una familia muy pobre, y se convirtió en una asceta que vivía en semi-reclusión. No dejó ningún escrito propio, pero su amor puro por el Uno influyó en muchos sufíes, y se cuentan muchas anécdotas sobre ella.
Se dice que una vez Rabia al Basri se encontró con el Ángel de la Muerte, y cuando ella le preguntó quién era, él respondió: “Soy el destructor de todas las alegrías. Para los huérfanos, soy el asesino de sus padres, y para las viudas, soy el secuestrador de sus cónyuges “.
Entonces Rabia dijo: “¿Por qué hablar solo de tus malas acciones? ¿Por qué no decir: “Yo soy el que trae el amante al Amado?”
Traducido por Yaqin, Rodrigo Esteban Anda