Cuentos : De vuelta donde pertenece
Sucedió una noche que el mulá Nasrudín se dio cuenta de que no tenía ni una gota de agua en su casa, así que, tomando su balde se fue al pozo del vecindario. El camino estaba iluminado por una fina luna que brillaba en el cielo.
En el pozo, Nasrudín miró hacia abajo a la oscuridad, y para su sorpresa encontró a la luna ahí abajo.
“La luna ha caído al pozo,” dijo para sí mismo. “¡Esto es un desastre!”
Dejando el balde de lado, tomó la soga del pozo con su gancho de hierro y la descendió, esperando pescar a la luna y sacarla nuevamente.
Inclinado sobre el borde del pozo, columpió el gancho de un lado a otro violentamente hasta que se agarró de algo, entonces jaló. Al encontrar que la luna era muy pesada, apuntaló sus pies contra el pozo y jaló con más y más fuerza, hasta que con un chasquido la soga se rompió y Nasrudín voló hacia atrás golpeando su cabeza contra el suelo.
Recostado sin aliento y medio aturdido en el piso, Nasrudín miró hacia el cielo y vio a la luna brillando serenamente sobre él.
“No fue fácil,” dijo, “pero por la gracia del Todopoderoso y mi trabajo duro, la luna está de vuelta donde pertenece”.
Traducido al español por Darafshan Daniela Anda