Cuentos: desecha tu ira
Sucedió una vez que Shaikh Nizamuddin Auliya recibió la visita de un hombre que era el nieto de un gran Sufi, Shaikh Najibuddin*. Najibuddin Saheb era el hermano del primer iniciador de Nizamuddin, Baba Farid, y había sido el maestro de Nizamuddin cuando llegó a Delhi. El nieto, sin embargo, no estaba en el mismo nivel, no tenía principios y era perezoso.
El nieto le entregó al Shaikh papel, una pluma y tinta, y solicitó que escriba una carta de recomendación a cierto noble para que obtuviera algo de él.
“Pero, ¿cómo puedo escribirle?” dijo el Shaikh disculpándose. “Él no me conoce. Dígame lo que espera de él y yo se lo daré.”
“Deme lo que guste,” dijo el nieto, “pero también escriba la carta.”
“No,” dijo el Shaikh, “no es la costumbre de los derviches escribir cartas, particularmente cuando no conozco a la persona y ella no acude a mí.”
Entonces el nieto comenzó a abusar del Shaikh. “Nizamuddin, es usted el discípulo de mi abuelo y su esclavo. Yo soy el descendiente de su Khwaja. Digo que escriba esta carta, ¡y usted no lo hace!”
Diciendo esto, el hombre lanzó el frasco de tinta en el suelo y se levantó para marcharse.
El Shaikh estiró su brazo y agarró la camisa del nieto. “Se marcha disgustado,” dijo. “Primero deseche su ira y después puede marcharse.”
*Algunos lectores pueden estar familiarizados con la tumba de Shaikh Najibuddin Mutawwakil que está en Delhi, adyacente a la Dargah de Mai Saheba, la madre de Nizamuddin Auliya.
Traducido por Darafshan Daniela Anda