Cuentos: Jesús y Juan y la explicación de Dios
El siguiente cuento, o discurso, está tomado del Fiha-Ma-Fiha, el único trabajo en prosa que tenemos de Mevlana Jelaluddin Rumi.
Se dice que a Jesús le fue dado mucho para reír, mientras que a Juan (el Bautista) le fue dado mucho para llorar. Una vez, Juan le dijo a Jesús que estar constantemente sonriendo debe significar que no tenía miedo y que ignoraba sus faltas. Jesús respondió que, como Juan siempre estaba llorando, debe ser inconsciente de la misericordia oculta.
Sucedió que un santo, a quien se le había otorgado intimidad, estaba presente en esta conversación, y oró a Dios para que le sea mostrada la relativa superioridad de la comprensión del profeta. La respuesta llegó: “Estoy presente donde mi sirviente cree que estoy. A cada sirviente mío, me revelo de una forma diferente, ya que él tiene una idea específica de mí. Soy como él cree que soy. Soy esclavo de la idea dónde habita la Verdad, mientras estoy angustiado con el lugar donde la Verdad está ausente. Mis sirvientes limpian sus pensamientos, porque allí habito y es mi Morada.
“Ahora, examina mediante qué obtienes mayor consuelo, si derramando lágrimas o con sonrisas, en ayuno o en oraciones, en la soledad o en cuál de estos métodos tu condición es mejor y progresas más. Adopta entonces el curso que es beneficioso. Haz de tu corazón el guía; no te preocupes por otros maestros que intenten guiarte. Tu corazón es tu maestro. Coloca las sugerencias de otros preceptores ante tu corazón y adopta las que sean aceptables para ti “.
Traducido por Yaqín, Rodrigo Esteban Anda