Cuentos: Polillas
Sucedió una vez que un buscador de la verdad llegó a un pequeño pueblo porque había oído que un shaikh sufi vivía en alguna parte de esa región. “Oh, sí”, dijeron los aldeanos, “conocemos al hombre que buscas. Vive no muy lejos de aquí. Pero no es fácil encontrarlo”.
“¿Por qué?” Preguntó el buscador.
“Sube por el sendero al final del pueblo”, le dijeron, “y encontrarás la cabaña donde vive. Pero él nunca está ahí durante el día. Quizás esté buscando hierbas y bayas en el bosque”.
“Entonces debo ir allá por la noche”.
Y cuando comenzó a anochecer, el buscador se dirigió hacia el bosque en busca del sufi. Luego de un tiempo, vislumbró una luz que brillaba entre los árboles. Yendo hacia allá, encontró un claro donde una lámpara brillante colgada de la rama de un árbol. Era una noche cálida y muchas polillas revoloteaban alrededor de la lámpara, pero del sufi no había señal.
Perplejo, miró a su alrededor, preguntándose dónde podría estar el shaikh y por qué la lámpara estaba colgada allí, desatendida. Entonces, un leve sonido atrajo su atención y, a cierta distancia, refugiándose bajo un saliente de roca, divisó al sufi que tenía una pequeña vela y un libro.
Luego de saludarlo respetuosamente, el buscador pregunto: “maestro, ¿por qué es que estás aquí sentado leyendo sólo con una pequeña vela y no usas la brillante lámpara?”
El sufi sonrió, “La lámpara es para las polillas”, dijo, “De esta forma puedo leer en paz y la vela es suficiente para mí”.
Traducido por Inam Anda