Cuentos: No hay diferencia
En una ocasión, hace tiempo, el sol y una cueva tuvieron una conversación. Fue una especie de charla filosófica y descubrieron que, para cada uno de ellos, había ciertos asuntos que eran incomprensibles.
La cueva, cuyas cavidades internas se extendían lejos en el interior de la tierra a través de cámaras húmedas y sombrías hasta las raíces de una poderosa montaña, afirmaba que las palabras “brillante” y “claro” parecían ser conceptos sin sentido. El sol, resplandeciente en el cielo, decía que las palabras “oscuro” y “húmedo” también habían sido nada más que vagas y desconcertantes ideas.
“Deberíamos intercambiar lugares”, dijo uno de ellos, y así, la cueva salió por primera vez al reino del sol. “Ah”, dijo, “ahora ENTIENDO. ¡Qué maravilloso es el brillo y la claridad! ¡Gracias!”
Luego fue el turno del sol de descender al mundo subterráneo de la cueva. “Pero…” dijo, mirando a su alrededor, “¡no veo ninguna diferencia!”
Traducido por Inam Anda