Cuentos: El bolsillo lleno de amor 

Cierto sufi, quien predicaba que Dios es Uno, ilimitado, más allá de toda forma e indescriptible, tuvo en una ocasión una conversación con un emperador. Al emperador lo habían criado para que creyera que existían muchos dioses – el dios del cielo, el dios de la tierra, el dios de la lluvia, el dios del rayo, el dios del trueno, y así sucesivamente. Trataba de entender lo que el sufi decía. 

“Dices que solo existe un dios,” dijo. “Entonces muéstramelo.” 

“Eso no es posible,” respondió el sufi. 

“Pero ¿cómo esperas que confíe en un dios que no puedo ni siquiera ver?” dijo el emperador. 

“Majestad,” dijo el sufi, “he visto que tiene una mujer encantadora.” 

El emperador sonrió orgulloso, “Sí, es verdad. Su amor significa más para mí que todo mi reino.” 

“¿Me mostraría el bolsillo en el que guarda su amor? me gustaría medir ​​cuánto la ama.” 

El emperador miró al sufi como si estuviera loco. “El amor no puede guardarse en un bolsillo,” dijo. “¿De qué estás hablando?” 

“El sol alumbra, pero no podemos verlo,” dijo el sufi. “El amor nos da sentido, pero no podemos verlo. ¿No es posible confiar en un dios que no podamos ver?” 

Traducido por Darafshan Daniela Anda