Cuentos : La prueba 

En el camino hacia la perfección, debemos mantenernos preparados, pues cada momento puede ser una prueba, a veces reconocida, a veces no. Consideremos, por ejemplo, la historia de la prueba de Yusuf. Había, hace mucho tiempo en Egipto, un buscador llamado Yusuf bin Husain, y en un sueño divino se le indicó que buscara a el sufi Dhun-Nun, de quien aprendería el Nombre Sagrado. 

En consecuencia, Yusuf fue a ver al sufí y se puso a su servicio. Después de dos años de servicio, Dhun-Nun le dijo que le pidiera un regalo. Yusuf pidió que se le impartiera el Nombre Sagrado, pero cuando lo hizo, el sufi permaneció en silencio. 

Yusuf continuó sirviendo, y algún tiempo después, Dhun-Nun puso en sus manos un cuenco cubierto por un pañuelo, con instrucciones de que se lo llevara a un derviche que vivía en la orilla opuesta del río. “Bajo ningún concepto”, dijo el maestro, “debes levantar la tapa del cuenco”. Luego le dijo a Yusuf que el derviche le impartiría el Nombre del Señor. 

Mientras cruzaba el río, Yusuf percibió ruido en el interior del cuenco y, dominado por la curiosidad, desató el pañuelo. Inmediatamente, un ratón saltó del cuenco, cayó al Nilo y fue arrastrado por la corriente. 

Cuando llegó a la otra orilla, Yusuf presentó el cuenco ya vacío al derviche y le pidió la iniciación en el Nombre, pero éste le dijo: “No podrías proteger a un ratón que se te ha confiado. ¿Qué certeza hay de que seas capaz de mantener a salvo el Nombre del Señor? Has fracasado en el examen”. 

Traducción: Yaqín