Thirsty Fishes (Spanish version)

Peces Sedientos

Los lectores atentos de “The Inner Call” (La llamada interior) habrán notado que, por una feliz
coincidencia, la imagen del pez que busca agua ha aparecido recientemente en dos
publicaciones sucesivas. En su poema, la mística de Punjabi, Mira bai, habla de la inutilidad de
peregrinar para encontrar lo que ya está dentro de nosotros, tan inútil como un pez en busca
de agua, y en la conclusión de su enseñanza sobre la ilusión y la realidad, Hazrat Inayat Khan
relata el cuento indio, un cuento que muy probablemente Mira bai conocía bien, en el que un
pez pidió a la reina de los peces que le explicara el misterioso “mar”. La reina le explicó, con
palabras que recuerdan las de Jesús, que el pececillo vivía, se movía y tenía su ser en el mar;
que el pez no estaba separado del mar, y que el mar era su origen y su destino.

Para los que recorren el camino interior, esto ilustra claramente nuestra propia situación:
buscamos la Presencia Divina, pero somos incapaces de reconocerla. Se nos dice que Dios es
omnipresente y que todo lo compenetra, y sin embargo nos sentimos solos e incompletos, y
para encontrar la paz buscamos fuera de nosotros mismos de diferentes maneras, mirando a
otras personas, o lugares, u objetos sagrados, o rituales de diversos tipos. También nos
imponemos normas en un esfuerzo por compensar nuestras imperfecciones y, de este modo,
cualificarnos para la realización de la verdad. Pero si la Verdad ya está ahí, dentro de nosotros
y a nuestro alrededor, ¿significa eso que no hace falta ningún esfuerzo? ¿Deberíamos
relajarnos y despreocuparnos de buscar “la respuesta” al misterio de la vida?

La respuesta es que, si somos verdaderamente felices, por supuesto que no hace falta ningún
esfuerzo, ya que ser verdaderamente feliz es el objetivo del camino espiritual, pero pocos se
atreverían a hacer tal afirmación. Si, como la inmensa mayoría de la humanidad, estamos
inquietos, intranquilos, insatisfechos, entonces la pregunta es: ¿qué podemos hacer para
tomar conciencia del agua invisible que saciará nuestra sed?

El agua también puede ser un símbolo del amor, así que cambiemos un poco la metáfora:
podemos pensar que somos peces que no nadan en el agua, sino en el amor; el amor nos
rodea; el amor es nuestra sustancia; el amor nos ha hecho; el amor es nuestro destino. Ahora
imagina que te encuentras como invitado en una magnífica casa; el amor te ha invitado allí, y
con infinito cuidado el amor te proporciona todo lo que necesitas: no sólo tu comida y tu ropa,
sino también tu cuerpo e incluso la capacidad de sentir amor, tu corazón, fueron hechos
especialmente para ti. Cuanto más conscientes seamos de esta bondad ilimitada y
extraordinaria, más desearemos comportarnos de forma armoniosa con ese amor que fluye sin
cesar. Buscaremos formas de mostrar nuestra gratitud y nuestro aprecio, y haremos cada vez
más espacio en nuestra mente y nuestro corazón para esta generosidad incesante.

Hay una diferencia importante entre este tipo de sintonía y la imposición de reglas dogmáticas.
La observancia mecánica de alguna disciplina tendrá un resultado mecánico, mientras que lo
que se ofrece con conciencia viva tendrá un resultado vivo. Y cuando lleguemos a ser
verdaderamente vivos, descubriremos que, como ha dicho Hazrat Inayat Khan, nuestro
corazón ya no es nuestro “puesto que Tú lo has convertido en Tu morada”.

Traducción: Yaqín Anda

One Reply to “Thirsty Fishes (Spanish version)”

  1. Arifa

    Mil gracias. Si…..Es ser presencia solamente…”no yo, solo tu Señor”. La presencia interior que todo lo contiene, que es,sin separación.

    Reply

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