Sobre la Trampa
Hace algunos días fue publicado aquí un poema de Kabir llamado Trampa, y si se lee con atención, puede descubrirse que el poema en sí mismo es una especie de trampa. Comienza con una confrontación:
Hermano, ¿porque te pavoneas
tan lleno de ti mismo?
Dado este inicio, el lector tenderá a identificarse sea con la voz observadora del poeta, o con el desdichado “hermano”, tan lleno de sí mismo. Si elegimos identificarnos con la voz del poeta, que es lo más probable desde un punto de vista literario, podemos, por algunas líneas, sentir arrogancia y satisfacción de no ser tan ilusos como el hermano al cual le habla Kabir.
En los versos siguientes Kabir habla francamente sobre las limitaciones de nuestra existencia física: el humilde comienzo, cabeza abajo e indefensos en el útero, y el inevitable final cuando el cuerpo muere, destinado bien sea a convertirse en cenizas o a ser devorado por “ejércitos de gusanos”. No serán nuestros amigos y familiares de mucha ayuda al final; algunos pueden ir aun tan lejos como el campo de cremación, pero después de esto el cisne del espíritu debe volar en solitario. La mayor pretensión de fama del cuerpo, dice Kabir, es que es:
.. una vasija de arcilla sin coser
conteniendo agua.
Tal vasija puede ser de hecho singular, pero nadie, y menos el alfarero, esperara que perdure largo tiempo, y ese es precisamente el punto de Kabir.
Al final del poema, encontramos el mensaje para el cual Kabir ha estado preparándonos:
aquellos que caen en
el pozo de la muerte
se atrapan a sí mismos
en la fantasía Maya,
Y nosotros que hemos estado del lado del poeta en su exhortación al “hermano”, podemos asentir con la cabeza en concordancia y repetir la lección para nosotros; “Sí, correcto. ¡No caigas en el pozo de la muerte!”
Pero la trampa del poema es ésta: ¿Cómo podemos evitar ese pozo? Nos previene de no ser
como loros que se engañan a sí mismos
y caen en la trampa del cazador de pájaros.
¿Pero quién es el cazador de pájaros? ¿Qué es la trampa? ¿Cuál es el engaño del loro?
Mira con atención el asunto. Mientras no podamos responder a esto plenamente, no nos hemos graduado aun de la escuela del tejedor.
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel