Hazrat Inayat : Aspects of Sufism pt X (Spanish version)

Hazrat Inayat: Aspectos del Sufismo, parte X 

Tras hablar en la publicación anterior de la labor compasiva de quienes transmiten el mensaje del Padre, Hazrat Inayat Khan comienza ahora a describir una serie de términos esotéricos que aparecen con frecuencia en sus conferencias y enseñanzas. Los lectores descubrirán que, además de ampliar su vocabulario, las explicaciones proporcionan una visión profunda de la metafísica y la espiritualidad

Hay dos aspectos de la inteligencia: el intelecto y la sabiduría. 

El intelecto es el conocimiento de los nombres y las formas, su carácter y naturaleza, recogidos del mundo exterior. Se manifiesta en el niño desde que nace, cuando empieza a sentir curiosidad por todo lo que ve; entonces, al almacenar en su mente las diversas formas y figuras que ve, las reconoce como un añadido a su conocimiento de la variedad. El hombre reúne así en su mente el conocimiento de innumerables formas del mundo entero y las retiene; algunas de ellas destacan luminosamente y predominan sobre otras, cubriéndolas. También retiene las formas que le interesan. La naturaleza de las formas es dominarse unas a otras en proporción a su concreción material. Cuanto más concretas son, más luminosas aparecen; por eso el intelectual se interesa por su variedad y su ley de cambio, y como el conocimiento es el alimento del alma, al menos se interesa cada vez más por el conocimiento de los nombres y las formas, y a eso lo llama “aprendizaje”. Esto se convierte en su mundo, aunque no le da una sensación de comodidad inmutable, ni obtiene con ello una paz eterna. 

La sabiduría es contraria al conocimiento antes mencionado. Es el conocimiento que está iluminado por la luz interior; llega con la madurez del alma, y abre la vista a la semejanza de todas las cosas y seres, así como a la unidad en los nombres y formas. El sabio penetra en el espíritu de todas las cosas; ve lo humano en lo masculino y lo femenino, y el origen racial que une a las naciones. Ve lo humano en todas las personas y la inmanencia divina en todas las cosas del universo, hasta que la visión de todo el ser se convierte para él en la visión del Único, el más hermoso y amado Dios. 

Al dar una definición de algunos términos utilizados en esoterismo, se puede decir que la conciencia es el estado despierto de la facultad de conocer. El conocimiento es aquello de lo que la conciencia es consciente. La consciencia es un sentido que nace cuando la conciencia tiene ante sí una balanza, por un lado una acción y por el otro un ideal. La inteligencia es la facultad de captar de la conciencia que por todos los medios reconoce, distingue, percibe y concibe todo lo que hay a su alrededor. 

La ignorancia es el estado de la mente cuando está sumida en la oscuridad. 

Cuando las vibraciones mentales fluyen hacia el plano astral, sin dirección consciente, se llama imaginación; cuando lo hacen bajo dirección consciente, se llama pensamiento. Cuando la imaginación se experimenta al dormir, se denomina sueño. 

La impresión es un sentimiento que surge como reacción al recibir un reflejo procedente del mundo exterior (físico, mental o astral). 

La intuición es un mensaje interior, dado en forma de advertencia o guía, percibido por la mente independientemente de cualquier fuente externa. 

La inspiración es el surgimiento de una corriente desde la profundidad del corazón de los jinns (genios) y se manifiesta en el ámbito de la poesía, la música, la pintura, la escultura o cualquier arte. 

La visión es un sueño espiritual del que se es testigo despierto o dormido. Se llama sueño porque el resplandor de la visión provoca un semisueño en el observador, incluso estando despierto. 

La revelación es la expresión del yo interior. La conciencia, a lo largo de la manifestación, orientada hacia la superficie, da la espalda al mundo interior, cuya visión se pierde para ella. Pero cuando comienza a mirar hacia el interior, el mundo invisible se revela, y Choudatabaq, los catorce planos, que consisten en los siete cielos y las siete tierras, son revelados. “Se levantará el velo de tus ojos y tu vista se agudizará”, como se dice en el Corán. Y la aniquilación (Fana) equivale a “perder el falso yo (Nafs)”, que de nuevo culmina en lo que se denomina Vida Eterna (Baqa). 

Continuará… 

Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J. 

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