Hazrat Inayat : the Problem of the Day pt XIII (Spanish version)

Hazrat Inayat: El Problema de hoy pt XIII 

Hazrat Inayat Khan comienza ahora a considerar la necesidad de despertar a la humanidad a su unión inherente como una sola familia. Al hacerlo, el Maestro utiliza las convenciones lingüísticas de hace un siglo, hablando de “hermandad” y “hombre”, mientras que las personas en la actualidad sin duda emplearían un lenguaje más inclusivo. Dado que sería necesario un trabajo de edición bastante intrusivo para adecuar su discurso a las normas actuales, y dado que debe quedar claro que en su corazón, espíritu e intención incluyó a todos los miembros de la humanidad en su discurso, el texto se mantiene tal y como fue grabado. La publicación anterior de la serie puede encontrarse aquí. 

La parte más importante que el ideal de la fraternidad tiene que cumplir en la vida cotidiana no es sólo lograr un mejor entendimiento entre las diferentes clases, naciones y razas, sino crear un ideal moral en cada individuo. El hombre consciente del principio de la fraternidad puede considerar el interés de sus semejantes.  

En las escuelas la enseñanza más esencial de la hermandad debe ser que el niño crezca hasta reconocer en los otros niños a sus hermanos y hermanas, y su obligación hacia ellos como su obligación hacia sus propios hermanos y hermanas. Los niños con su desarrollo en la vida crecen para reconocer en la familia su obligación hacia sus hermanos y hermanas sin que se les enseñe especialmente, sólo por el hecho de que saben que son sus hermanos y hermanas; y por lo tanto, naturalmente ese conocimiento produce en ellos un sentido del deber hacia los demás y un sentido del honor para cuidar el honor de sus hermanos y hermanas. 

Si se desarrollara el mismo sentido en la juventud, para considerar al hijo de otro también como un hermano o hermana, para estar a su lado en sus problemas y protegerlo en sus dificultades, y para considerar su honor como el propio, el mundo sería mucho mejor. Cuando el hombre llegara a la edad adulta, tendría una visión diferente de la vida. Se movería en este mundo como un ser humano, como un hombre. 

Además, en los negocios, el hombre se daría cuenta no sólo de su interés material, sino también de su deber hacia aquellos con los que tiene que tratar en los negocios. En su profesión no sólo pensaría que tiene que obedecer las leyes de sus gremios profesionales u observar su etiqueta porque está obligado por su profesión a hacerlo, sino que sentiría el interés y el honor de los demás como su propio interés y honor si se desarrollara en él el sentimiento de hermandad. Los negocios hacen que la gente tenga leyes necesarias, etiquetas, formas de cortesía y hermandad exterior, y sin embargo siempre hay algo ausente que es lo más necesario en la vida. 

La moral de la hermandad debe realizarse comprendiendo el significado de la hermandad. La hermandad no significa sólo un nombre. La gente puede llamar a alguien exteriormente ‘hermano’, y sin embargo detrás puede hablar en contra del otro. La palabra “hermano” tiene algo sagrado. No es sólo una palabra, sino que hay algo vivo en ella. Cuando uno llama a otro su hermano, está a su lado toda la vida. 

Un hermano es como una mano para la otra mano. Cuando una mano está herida, inmediatamente viene a rescatarla la otra. Cuando una mano intenta hacer algo, la otra la ayuda. Cuando una mano está cansada, la otra está dispuesta a retomar su trabajo; y el descanso de ambas manos es cuando están unidas. Cuando una persona quiere descansar, junta sus manos. Esa unidad es un símbolo de la hermandad. Si la gente nombra a los miembros de una determinada institución o sociedad como hermanos, no significa nada, sólo que, en lugar de miembros, se les llama hermanos. 

Continuará… 

Traducido por Inam Anda 

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