Qasimul Anwar (1356 – 1433 EC) es un poeta y místico poco conocido, que nació cerca de Tabriz, en Irán, y se radicó en Herat, Afganistán. En este poema, nos dice que para aquellos que logran la experiencia directa de lo Eterno, todas las leyes y reglamentos se vuelven insignificantes.
Antes de la mezquita y el templo
Antes de que la mezquita y el templo
llegaran a ser,
existimos contigo
en otro plano.
Sin necesidad de un mensaje
que nos fuera dado.
Cuando estamos juntos
no necesitamos intermediario.
No permitas que la mención del otro
venga a tu lengua;
no es la manera para la gente del corazón
hablar de los demás, solo el Amigo.
La sobriedad no es necesaria
cuando recorres el sendero místico;
aquí cada átomo en el universo
es embriagador, está ebrio.
Oh puritano, no pronuncies
que esto es malo y aquello prohibido;
todo lo bueno está permitido
para los que son buenos.
Qasim, ten cuidado y reina
en tu discurso.
Es mejor
dejar que el Pir del amor
hable del resto.
Tr. Mahmood Jamal
Traducido de la versión en inglés por Juan Amin Betancur