Cuentos: Consecuencias
Sucedió una vez que el Mulá Nasrudín iba a algún lugar con un grupo de sus estudiantes, y para mostrar a su maestro el debido respeto, los estudiantes insistieron en que el Mulá debería cabalgar sobre un burro mientras caminaban. Sin embargo, para su sorpresa, el Mulá subió al burro y se sentó hacia el lado contrario, mirando hacia la cola en lugar de hacerlo hacia adelante en dirección a la cabeza del burro.
Durante un tiempo siguieron avanzando de esta manera, y por supuesto, la gente alrededor comenzó a reír ante esta extraña escena. Finalmente, uno de los estudiantes tomó suficiente valor para decir:
─Mulá… la forma en la que está sentado… la gente está riendo…
─Todo tiene una consecuencia─ dijo Nasrudín─. Ustedes querían mostrarle respeto a su maestro. La consecuencia de esto es que estoy montando al burro mientras ustedes caminan. Pero si ustedes ofrecen tanto respeto, yo también debo demostrar respeto a cambio: sería descortés darles la espalda. No podría cabalgar detrás de ustedes, pues ustedes estarían dándome la espalda. Es por esto por lo que estoy cabalgando delante de ustedes, pero volteado hacia este lado. La gente ─continuó el Mulá─, está desacostumbrada a ver que se ofrezca respeto de esta manera, y la consecuencia es que están riendo. Y su deseo de mostrar respeto no estaba libre de orgullo, de ahí que la consecuencia sea que se sientan incómodos ante las burlas de los demás. Solo el burro ─concluyó el Mulá─ no se ve afectado por cómo me siente.
Traducido por Prajnabai Mariana Betancur